Educar a los hijos siempre es una de las tareas más difíciles de la vida de un ser humano. Y por tratarse de una cuestión tan compleja, es claro que diferentes opiniones, estudios y análisis surgen todo el tiempo indicando para los padres cuál es el mejor camino a seguir. Pensando en ello, uno de los puntos más discutidos sobre este tema es exactamente sobre autonomía para los niños.

Es cierto que todos los padres necesitan dar cierta libertad a sus hijos para que este proceso de autonomía para niños funcione de forma correcta. La gran cuestión es hasta qué punto esto es positivo o negativo, tanto para la creación del niño como para la relación entre padre e hijo.

En general, no es necesario preocuparse por la falta de conexión entre su hijo y usted. Por más que tenga libertad, si usted también da libertad para expresar sus sentimientos y conversar con usted, la cuestión de la relación no queda comprometida de ninguna manera. Nos queda ahora analizar la cuestión de la creación.

Cuando empieza a dar la autonomía para el niño?

En primer lugar, necesitamos hablar que la autonomía para los niños no es algo que surge de la nada y necesita ser incentivada por los padres. El principal motivo de esto es la relación que ese tipo de incentivo tiene con el desarrollo cognitivo de los pequeños, que, cuando se animan a hacer las cosas solas, tienen un desarrollo mayor en sus capacidades de memoria, pensamiento e incluso para resolver problemas.

Es claro que este proceso necesita ser gradual, es decir, no hay como usted simplemente dejar de hacer las cosas para su hijo y pensar que eso es un incentivo. Pero cuando, desde un bebé, un niño es incentivado a resolver problemas con sus juguetes o incluso cuando tiene que coger algo, acaba desarrollando mejor estas características citadas aquí anteriormente.

Como se trata de un proceso gradual, la supervisión de los padres en cada una de esas actividades del hijo es de extrema importancia para que esa relación de independencia no sea extrapolada o estropeada.

Fases de Autonomía para Niños

Como hablamos del proceso gradual de autonomía para niños, aquí están las fases en que ellas desarrollan esos aspectos y cuáles son sus capacidades en cada una de estas fases. Son ellas:

  • Hasta 3 años
  • Hasta 5 años
  • Hasta 7 Años
  • Hasta 10 años

Hasta 3 años

Un niño de hasta 3 años necesita ser capaz de realizar tareas sencillas solas, como guardar sus juguetes y comer con tenedor sin la ayuda de los padres. Es importante que en esa época, los padres alienten al niño a realizar bromas que estimulen tales acciones.

Hasta 5 años

Un niño de hasta 5 años normalmente ya logra realizar diversos tipos de tareas que involucran su higiene, como cepillarse los dientes sola y se limpian después de ir al baño. Es claro que es siempre importante la supervisión de los padres en esa parte, incluso para evitar posibles enfermedades, pero también es algo que va siendo mejorado a lo largo del tiempo.

Hasta 7 Años

Además de estar realizando todas las tareas ya citadas con perfección, un niño de 7 años también necesita ser capaz de cambiar de ropa sin problemas ya practicar deportes en grupo, además de adquirir también a esa edad, la habilidad de leer y escribir.

Hasta 10 años

Este es el momento en que la supervisión de los padres en diversas tareas puede comenzar a disminuir, observando sólo si el hijo puede realizar solo las tareas. También es a esa edad que el niño empieza a atravesar la calle sola ya moverse con cierta libertad.

Es claro que esta es una cuestión que puede variar de ambiente a ambiente, pero incluso en grandes ciudades, es importante enseñar a un niño las formas correctas de comportarse en el tránsito como peatón.

La Responsabilidad de los padres en la autonomía para los niños

Cuando hablamos de autonomía para niños, los padres tienen dos grandes responsabilidades:

  • alentador
  • supervisar

Primero, el incentivo es muy importante porque hace que el niño perciba lo que hay que hacer para adquirir autonomía. Por otro lado, todas estas actividades de los niños necesitan ser supervisadas por los padres, en mayor o menor grado dependiendo de la actividad o de la edad del niño. la los padres son directamente responsables de la forma en que el niño se enfrenta a la libertad durante su vida, por lo que es tan importante realizar bien estas dos tareas.

Como la Autonomía Afecta al Futuro del Niño

Un niño que aprende a tener autonomía desde temprano, adquiere sentido de responsabilidad, lo que será muy importante en su desarrollo. En sus relaciones en la escuela, por ejemplo, usted ya puede percibir si el niño tiene autonomía o no, tanto por su comportamiento en el aula, como con la forma en que ella maneja sus deberes de casa.

Tener esa independencia también libera al niño de pasar por problemas en el futuro, cuando será obligada a lidiar con problemas y los padres no estarán cerca. Esta es una de las mayores ventajas de estimular la autonomía para los niños desde temprano.

La creación de un hijo puede generar diversas preocupaciones, pero es con una de las experiencias más maravillosas y recompensadoras que podemos tener en nuestras vidas, por eso, toda la preocupación y el estrés que tenemos, vale la pena al final.

Estimular la autonomía para los niños forma parte de ese proceso y aunque a menudo parece difícil hacer que el hijo entienda que ciertas tareas necesitan ser hechas por él, pero cuando esto sucede, usted percibe que ha dado un paso más en su creación.

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Foto: confidente