Los niños a lo largo de su crecimiento pasan por fases y en cada una de ellas presentan una nueva reacción y un actuar diferente. Y en el caso de que se trate de una persona que no sea de su familia, Pero un niño agresivo no siempre es sólo reacción de una fase pasajera. Algunas tienden a patear, morder, golpear y burlarse como forma de hacerlo. expresar sus sentimientos y frustraciones. Los psicólogos ven este comportamiento como una petición de socorro, donde el niño está sufriendo conflictos internos y no está siendo percibido por los demás..

Normalmente comienza a ocurrir después del acontecimiento de ciertas situaciones como el nacimiento de un hermano, la separación de los padres o mucha brilla dentro de su casa e incluso con la pérdida de una mascota o pariente muy cercano. El cambio repentino de atención y cuidados es uno de los principales motivos para convertirse en un niño agresivo. Los padres conocemos bien a nuestros hijos y sabemos cómo es la personalidad de cada uno de ellos. Cuando cambian su forma de comportarse es porque algo no va bien y debemos estar atentos a esas señales. El diálogo es la mejor forma de descubrir lo que está sucediendo y de resolver la situación, pero si la agresividad del niño se vuelve algo rutinario y las peleas son constantes tanto dentro de su casa como en el ambiente escolar es hora de que los padres entran en acción.

Cómo tratar con los niños agresivos?

Siempre es muy difícil lidiar con situaciones nuevas de comportamiento de nuestros hijos, pero es de extrema importancia que los padres estén seguros y sean firmes a la hora de conversar, llamar la atención e incluso de tomar actitudes. Cuando es convocado por la escuela para hablar sobre el mal comportamiento de su hijo, los padres deben encarar como uno pedido de ayuda de la institución de enseñanza para que en una asociación consigan encontrar lo que está sucediendo y no como una queja. De esta forma es posible ayudar al niño antes de ser etiquetado como "la problemática" o la "briguenta" de la escuela. Lo que suele suceder con gran facilidad incluso por los propios amiguitos que tienden a alejarse por el comportamiento del niño agresivo o por orden de sus padres.

la diálogo será esencial para conseguir descubrir lo que está sucediendo y las profesoras pueden ayudar a lo largo del período que están juntos, tratando de que el niño hable lo que está molestando. A veces los niños agresivos tienen más facilidad en hablar con otras personas que con los propios padres, por miedo a la reprensión. Otra forma es imponer reglas y límites y mostrar que la ruptura de estas reglas resultará en un castigo. Deje claro que el niño no debe morder, golpear, patear y ni burlar a las demás personas y explicar por qué no puede hacer. Y cada vez que la regla es quebrada, muestre que su acto tendrá consecuencias, quitando algo que le guste hacer por un período y dejando claro el motivo por el que tendrá ese castigo.

Cuando llego agrediendo a un amigo o un adulto, es necesario mostrar y explicar que no es así que debe expresarse o mostrar que no le gustó algo. Los niños no tienen autocontrol y necesitan direccionamiento sobre su comportamiento, mostrando que pueden expresarse a través de la conversación, del diálogo en lugar de reaccionar con las manos agrediendo a su prójimo. Nunca el niño debe ser reprendido recibiendo el mismo acto equivocado que cometió. Si morder recibe una mordida de vuelta, o una tapa o cuál sea la agresión. Los niños necesitan buenos ejemplos para seguir, y no será a través de más agresión que aprenderán que no es correcto actuar de esa forma con su prójimo.

Estimule al niño agresivo a hablar cuando algo le molestó. Motivo que ella diga lo que está sucediendo y muestre que es posible resolver las cuestiones con la conversación. Elogie su buen comportamiento y cuando logra vencer los problemas en una buena sin usar la agresión física, eso será un gran estímulo para que ella vuelva a actuar así y ver que no es reprendido cuando se comporta correctamente. En algunos casos, la conversación con los padres y profesores, los castigos después del mal comportamiento y estímulos no surten efecto y el niño tiende a comportarse cada día peor. En estos casos la propia escuela indica el encaminamiento del niño agresivo para la ayuda de un niño. psicólogo, aumentando así las posibilidades de ayudar al niño. Ya que a través de la psicología se utilizan diversas formas de descubrir lo más íntimo de los niños, ya sea a través de dibujos, actividades o incluso la forma de expresarse.

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Foto: Aislinn Ritchie, Kristof