Niño que grita - Entender las Razones
niñosTodos los padres en alguna fase de sus hijos, tendrán que enfrentar situaciones un poco delicadas, principalmente con el comportamiento de los niños. En algunos casos generados incluso por su forma de lidiar con ellos desde los bebés, como es en el caso del niño que grita.
Donde Todo comienza
El niño que grita, lo hace porque aprendió que los gritos altos les dan poder. Por ejemplo, si ella grita porque quiere algo, inmediatamente los padres tratan de entender el por qué de los gritos, dando así la atención que el niño quería. A veces para calmarla los padres acaban satisfaciendo sus pedidos.
Si es así, el cerebro del niño que grita va a registrar que el acto de gritar es algo benéfico. Es decir, el cerebro procesa esas interacciones de la siguiente manera: "yo grito y hago con que mamá o papá se concentren en mí!" (Lo que puede ser aún mejor si los hermanos están compitiendo por la atención de sus padres).
Y, una vez que el niño que grita mantiene su alarde por mucho más tiempo que el adulto pueda soportar, entonces, ella controla la situación. Cuando el cerebro del niño descubre que gritar, gritar y gritar puede traer beneficios eso se convierte incentivo suficiente para que ella haga todo el tiempo.
Muchas veces, los padres van a arreglar motivos para justificar los gritos: "ella está cansada, o está nerviosa", o bien "ella grita porque no sabe hablar!". Todo bien, todas estas razones pueden ser verdaderas, pero no son por causa de ellas que el niño opta por gritar. Por el contrario, ella grita porque es el arma más poderosa en su arsenal.
Además, un niño no grita porque aún no ha desarrollado el lenguaje. Cuando ese mismo niño está contento, él no está gritando, ¿no es verdad? En otras palabras, ella todavía no habla, pero se comunica de manera diferente cuando está feliz.
Entonces, podemos estar alentando gritos sin al menos percibir. Pero la buena noticia es que, si cambiamos la forma en que reaccionamos al niño que grita, también podemos cambiar su actitud.
Cómo Luchar con el Niño Nervioso?
Gritar con el niño para que ella se cale no va a ayudar, por el contrario, sólo enviará el mensaje de que quien grita más alto es quien gana. La mejor opción es evitar situaciones que hagan que el niño nervioso grite, y desviar su atención cuando ella comienza.
Principales consejos
Para ello algunos consejos pueden ser muy efectivos:
Se programe antes de salir de casa - No siempre es posible saber lo que el niño necesita, pero siempre que pueda, asegúrese de que está bien descansado y alimentado antes de salir de la casa.
Mantente atento a los restaurantes silenciosos - cuando los padres necesitan llevar a los niños juntos a cenar, es importante evitar lugares calientes, íntimos o formales para cenar. En lugar de eso, elige lugares donde encontrar a otras familias. Si el niño que grita comenzar su "show" los padres quedarán menos avergonzados y menos propensos a reforzar su comportamiento haciendo que se calme.
Tenga paciencia - Si el niño está gritando porque está feliz, trate de no comentar o criticar. Pero si realmente está molestando, baje el tono de voz para que ella tenga que calmar para oírle.
Hacer un juego - intente hacer algo donde el niño que grita pueda extravasar su necesidad de gritar. Diga: "Vamos a gritar lo más alto posible", y luego ensamble a ella para rasgar algunos papeles. Luego, convencerla a disminuir el volumen diciendo: "Ahora es hora de ver quién sabe hablar bien bajito". Entonces, como en un juego cambie a otros movimientos, como poner las manos sobre los oídos o hacer gestos con el indicador sobre los labios. Esto hace que gritar parezca sólo una de las muchas cosas divertidas que puede hacer.
Por supuesto que este juego funciona mejor en casa. Si están en público, puede intentar un juego más silencioso, como decir: "Oh, usted parece un león rugiente! ¿Qué tal si fuera un gatito? "Si el niño está dispuesto a jugar, podrá usar otros animales tranquilos para imitar.
Reconozca sus sentimientos - Si el niño que grita quiere atención, es importante que los padres se pregunten si es incómodo o sobrecargado. En el supermercado lleno de gente por ejemplo, el ambiente puede ser demasiado para ella. Si pueden posponer las compras y llevarla a casa óptima, si no, como mínimo, hagan las compras lo más pronto posible.
Si los padres observan que ella está un poco aburrida o irritada, reconocen sus sentimientos. Calurosamente digan: "Sé que quieres ir a casa, pero serán algunos minutos más y ya iremos". Ella no sólo será reconfortada en saber lo que está sintiendo, pero también ayudará a aprender a poner sus sentimientos en palabras.
Si saben que el niño gritar porque quiere comer la galleta antes de pasar en la caja, el consejo es: no ceder. Darte lo que ella quiere cuando ella grita apenas refuerza su comportamiento. En vez de eso, explique con calma: "Sé que usted quiere la galleta, pero tenemos que terminar de comprar primero. Usted puede comerlo así que pagar por él ".
Manténgalo ocupado - los padres pueden hacer tareas más divertidas con el niño que grita, envolviéndola en una actividad. Explicar lo que están haciendo, lo que está sucediendo alrededor de ella y quien está cerca, hace que el niño se ocupe en observar las cosas a su alrededor olvidándose de gritar. Los padres también pueden pedir que les ayude a elegir las cosas en los estantes del supermercado o en último caso tener un juguete favorito para mantenerla ocupada mientras compra.
Para muchos padres, la parte más difícil de lidiar con un niño nervioso y que grita es ignorar la mirada de reprobación de los demás. Pero eso no debería ser un problema, ya que estas personas ya pasaron o seguramente pasar por eso un día.
Si todavía tiene dificultades para resolver las situaciones embarazosas que pasa, además del estrés con el niño nervioso, busque un especialista en terapia infantil que podrá ofrecer un acompañamiento y tratamiento más adecuado al caso.
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Fotos: David Salafia