Dudo conocer a una persona que esté 100% satisfecha con su cuerpo y que no desee cambiar algo en sí o que le hubiera nacido con algo diferente. Esta cuestión ya empieza a florecer desde la infancia y la aceptación de su cuerpo, su cabello y su tono de piel puede convertirse en un problema si no se toma la debida atención. La idea fija de "quiero ser diferente" puede pasar lejos de la insatisfacción sana del ser humano y convertirse en un trauma.

Los patrones de belleza se han creado y son "forzados" a la población en general como una obligación a seguir. Con eso miles de niños, adolescentes y adultos sufren en su día a día. Necesitan encarar no sólo las miradas ajenas, el bullying en las escuelas y en el trabajo, sino el espejo que termina convirtiéndose en su mayor enemigo. ¿Por qué no aceptar que somos todos diferentes? ¿Por qué no aceptar que el diferente de los patrones puede ser hermoso también? Los niños son apuntados como gordos, cuatro ojos, bajitos o por ser muy altos. Por su pelo ser muy liso o porque es muy crespo. Y aunque inconscientemente esos patrones van adentrando la mente de nuestros niños que empiezan a no aceptar, si cuestionan porque nacieron diferentes e incluso se rebelaron por no ser iguales. Es a nosotros padres conscientes y que aman y respetan no sólo a nuestros hijos, sino al prójimo, a enseñar y mostrar qué patrones son derribados y que no todo lo que es señalado como feo realmente es.

Tenemos que tener cuidado con comentarios o incluso achismos en ciertos asuntos, una simple palabra hablada sin maldad alguna, escuchada por un niño puede generar un gran problema. Al final de los niños aprenden en casa, observando y escuchando todo lo que sucede a su alrededor. Los niños preconceptos son una extensión de padres preconcebidos! ¡Niños educados y amables son extensiones de padres que saben educar! Y mostrar que el mundo está repleto de diferencias forma parte de la educación y de la enseñanza de respeto al prójimo!

Y cuando el niño no se acepta qué hacer?

No le gusta el color de su cabello o haber nacido con los cabellos lisos y tener gusto de enrollado. Haber nacido con los cabellos gruesos y desear tener cabellos lisos, tener la piel bien blanca y soñar en ser moreno, o ser negro y desear tener la piel más clara. Esas son algunas de las miles de insatisfacciones que escuchamos en todo el mundo, incluso de nuestros niños. La cuestión del patrón de belleza acaba influenciando la mirada de nuestros pequeños y que automáticamente empiezan a depreciarse si no siguen los estándares exigidos. Los propios niños a su alrededor apuntan su diferencia como si fuera un error y el deseo de ser diferente acaba siendo inevitable. El cuidado en demostrar cómo el niño es hermoso y cómo es legal ser diferente hace toda la diferencia. Enseñar a valorarse y sentirse especial de la manera que Dios creó es la clave de entrada para controlar la autoestima.

Si el pelo es crespo, ¿por qué no encontrar los peinados diferenciados y descolgados para hacer? Si tiene el pelo muy liso, porque no hacer el mismo? Muestre delante de un espejo como su hijo es increíblemente hermoso y apunte cada una de sus cualidades y lo que más llama atención en él. Cada vez que se mira en el espejo verá exactamente lo que usted lo mostró y así su autoestima crecerá cada día más. ¿Usa gafas? Encuentre un modelo encantador que caiga bien al formato de su cara y muestre cuánto puede ser divertido.

Si el niño presenta mucha dificultad de aceptación y eso obstaculiza su vida social, escolar e incluso familiar la búsqueda de un especialista en psicología infantil puede ser necesaria. Muchos niños que no logran diluir sus diferencias y aceptarse como son, acaban sufriendo con problemas de relación, autoestima y cerrándose al mundo, generando traumas que pueden ser llevados hasta la fase adulta. Vamos a estar atentos papales y mostrar cuánto puede ser bueno la diferencia, sea cual sea!

Ver también: Apelidos extraños en los niños - Cómo actuar?

Fotos: andrea, Scènes de vie