El ajo, también conocido como "rosa fedida", mostró ser capaz de aumentar los niveles de testosterona, una hormona clave en la ganancia de masa muscular y fuerza. Como si no fuera suficiente, el ajo tiene un efecto adicional muy interesante - se descubrió que el ajo también tiene la capacidad de disminuir los niveles de cortisol.

Como una hormona catabólica, el cortisol es enemigo de la testosterona, ya que los dos compiten los mismos campos de crecimiento muscular en las células. El cortisol causa la quiebra de masa muscular y la testosterona promueve el crecimiento. Como el ajo puede aumentar la testosterona y aún disminuir el cortisol, se convierte en un buen agente anabólico potencial.

Por eso, el culturismo ha sido bendecido con tantos competidores con raíces italianas - Kevin Levrone, Franco Columbu, Lou Ferrigno y Mike Matarazzo, sólo para citar algunos. Sin embargo, hay una manera mucho más efectiva para consumir ajo, que comer el espagueti sabor ajo y el aceite de la mamá.

Trate de consumir diariamente un suplemento de ajo que contenga hasta 4mg de alicina (el ingrediente activo del ajo) en dos dosis divididas durante el día, con 2mg cada una. Usted puede consumir una de las dosis una hora antes del entrenamiento. De esta forma usted puede maximizar los efectos del ajo mientras minimiza los efectos hedionantes contra su pareja de entrenamiento.

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