Se dice que la dieta paleolítica no es una dieta, es un método natural para alimentarse que no tiene plazos. Usted la acepta con los brazos abiertos, como estilo de vida, y está liberado para comer cosas como bacon y aún conseguir un abdomen definido.

La idea detrás de la dieta es que nuestra genética no ha cambiado desde la era paleolítica. Por lo tanto, para mejorar nuestra salud y buena forma, deberíamos estar haciendo una dieta que contenga sólo alimentos que anteceden a la era de la agricultura, es decir, evitar granos, productos integrales, patatas, azúcar, y obviamente, todas las abominaciones modernas que hoy llamamos de comida. En resumen, comer como un hombre de las cavernas.

Hay varias variaciones de la dieta paleolítica, algunas más restringidas que no permiten ni siquiera la ingesta de nueces, quinoa o carnes que no sean orgánicas. Y otras más liso, que permiten la ingestión de patata dulce, leche de vaca cruda, algunos suplementos, y hasta chocolate negro.

Si usted ya ha hecho alguna dieta que implica sólo el consumo de carnes, vegetales y frutas, probablemente ha hecho una variación de la dieta paleolítica sin querer. Los propios fisiculturistas de la vieja guardia antes de existir el nombre "dieta paleolítica", sólo lo llamaban "cortar la mayoría de los carbos".

Desde 2009, he experimentado virtualmente todas las variaciones de la dieta paleolítica, desde las más rígidas hasta las más flexibles. Con esto pude ver el lado bueno, lo malo y lo horrible de esta modalidad de alimentación:

El lado bueno

Sin lugar a dudas, si la mayoría de las personas siguieran incluso la forma más suave de la dieta paleolítica, no existiría obesidad. Seríamos una sociedad más delgada, sana, menos dependiente de la medicina y de retoques de Photoshop en las fotos. Este tipo de dieta, y todas sus variedades ancestrales, nos enseña a cuestionar el conocimiento convencional que vino de los doctores, nutricionistas y organismos oficiales de salud.

Mientras que el conocimiento común nos enseñó a comer alimentos integrales y cereales con el sello "hace bien para el corazón", la dieta paleolítica nos enseña que es justamente estos hábitos alimentarios que nos hacen gordos. Que la mejor manera para curar enfermedades como la diabetes tipo II, es cambiar nuestro macarrón y pan, por cosas que vinieron directamente de la naturaleza: vegetales, carnes, semillas, huevos y frutas.

Este estilo de alimentación ayudó a muchas personas a soltar las porquerías que las prendían en un ciclo vicioso mortífero.

Los protocolos paleolíticos también mostraron una falla catastrófica en dietas vegetarianas y que restringen la ingestión de grasas: la necesidad de grasa saturada por nuestro organismo. La grasa animal nos ayuda a producir hormonas que sólo tienen que contribuir a nuestra vida sexual, emocional, que nos ayudan a construir masa muscular, luchar contra las enfermedades y mantener el metabolismo funcionando correctamente.

Independiente de la forma de la dieta paleolítica que una persona con sobrepeso adopte, será un cambio positivo en la forma en que se alimenta. Una nación siguiendo esta dieta es un sinónimo de menos enfermedades, vidas más largas y menos costos con plan de salud.

El lado malo

Pero no todo son flores, seguir una dieta paleo al pie de la letra puede no ser una buena idea para una parcela de la población. Especialmente a nuestra parcela - de personas que quieren ser más grandes y más fuertes. ¿Por qué? Porque nuestros entrenamientos y objetivos corporales simplemente necesitan más que la dieta paleolítica puede ofrecer - más carbohidratos, más proteínas de diferentes fuentes y nutrición específica para el entrenamiento.

La dieta funciona muy bien para una persona "normal" que tiene como único objetivo ser sano. Una persona común no entrena pesado para caminar en un escenario de culturismo, alcanzar récords de fuerza y ​​caminar por ahí con venas explotando en los brazos. Esto no son objetivos del público en general. Esto es nuestro metas. No tenemos objetivos comunes y no somos común, entonces porque seguir un esquema alimentario orientado hacia este público ?

Si usted necesita evitar los alimentos y los suplementos que son probado eficaces para construir masa muscular sólo porque las reglas de la dieta paleolítica prohíben, usted necesita ser consciente de lo que va a perder.

Decir que necesitamos comer solamente como nuestros antepasados ​​es negar miles de años de evolución nutricional. Por supuesto, no todos los avances hacen bien para nosotros. Comer doloritos con Coca-Cola con certeza no ayudará a sus objetivos, pero muchos otros avances han venido para ayudarnos. Al negar estos beneficios, perdimos oportunidades.

Evitar lo que realmente necesita para ganar masa muscular sólo a causa de la dieta paleolítica es como tratar de tratar una infección severa con los chakras, y no los antibióticos.

El lado horrible

Nos gustan los límites y las estructuras. Queremos a alguien que nos diga "no coma eso". Porque ahí hay certeza, sin "sino", "si" o "sin embargo". Límites claros nos garantiza sentido de control, porque sabemos con certeza lo que podemos comer o no, y esto la dieta paleolítica cumple.

Pero cuando alguien se siente culpable por haber "estropeado" la dieta porque comió arroz, ahí hay un problema. Y el problema no es el arroz, el problema es una restricción estúpida.

La dieta paleolítica pisa en la bola cuando el asunto es "límites", especialmente si esos límites le impiden consumir algo que nunca causó problemas. Si usted elimina algo de la dieta y no ve ningún beneficio, entonces la coloque de nuevo y usted no tendrá maleficios, no hay motivo para quedarse culpable a toa.

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Lo que queremos decir es que el lado negro de la dieta paleolítica es cuando deja de convertirse en sentido común e instintivo para convertirse en fanatismo.

Si usted está gordo, la dieta paleolítica le ayudará a adelgazarse y hacerse más sano. Pero si sus objetivos incluyen construir masa muscular, una dieta paleo restringido no es el mejor enfoque.

Las personas que entrenan duro varios días a la semana, necesitan carbohidratos simples y fáciles de digerir. Patatas, frijoles, arroz y varios otros alimentos saludables que son prohibido en la dieta paleo, pero que no hacen que las personas se enfermen o más gordas. Y si ellas mejoran su rendimiento, generan más energía, y le hacen sentirse más saciado, ellas nunca deberían ser algo que usted deba comer con culpa - ellas son esenciales.

Cuidado con el hombre de las cuevas

La dieta paleolítica, sin sombra de dudas, funciona muy bien para personas viciadas en porquerías, obesas y sedentarias. Pero esas personas no se quedaron en esa situación por ingerir avena o frijoles. Un plan paleolítico va a ser tan útil como cerrar la boca y dejar de comer basura. Si estas personas necesitan la rigidez inicial, una dieta paleo creará la fundación para que las personas obesas creen la costumbre de permanecer lejos de porquerías.

Para aquellos con objetivos como hipertrofia y fuerza, la dieta paleo puede tener lados negativos. Evitar grandes fuentes de alimentos como arroz, avena, patatas y verduras pueden limitar el rendimiento y sus resultados.

Sí, coma las carnes, los vegetales, y los huevos enteros. Sí, evite los carbohidratos malos, los azúcares y los residuos procesados ​​que encontramos en los mercados. Pero no ignore alimentos probadamente beneficiosos sólo porque los hombres de las cuevas no tenían acceso a ellos.

Texto: Dani Shugart
Enlace original: http://www.t-nation.com/diet-fat-loss/paleo-the-good-bad-and-the-ugly
Traducido y adaptado por Hipertrofia.org