Entiende porque ingerir bebida alcohólica con frecuencia o en gran cantidad puede perjudicar sus ganancias en la musculación.


¿Sabía que aquella cervecera el fin de semana puede perjudicar en mucho su entrenamiento? En la mayoría de los casos, las bebidas alcohólicas en general acaban perjudicando la evolución física por varios factores, como la deficiencia en la absorción de vitaminas y minerales, problemas en la producción de testosterona, deshidratación corporal, entre tantos otros.

El problema termina siendo justamente mayor porque la bebida alcohólica ya está implantada en el medio social de todos, muchas veces hasta incentivada a gran escala.

Por eso este artículo tiene el objetivo de alertar y mostrar los riesgos de ingerir bebidas alcohólicas en el medio culturista.

El alcohol acaba ganando el título de gran enemigo de la musculación, eso debido a factores básicos y bien evidentes. Para empezar, el culturismo exige en primer lugar una dieta equilibrada. 

Pues incluso pasando toda la semana nutrido por una dieta rigurosa y entrenando mucho, ese resultado acaba siendo prácticamente saboteado por aquella cerveza del fin de semana.

Los dos no se combinan, pues para que el cuerpo evolucione, la alimentación necesita ser constante y necesaria, el alcohol termina perjudicando la absorción de gran parte de los nutrientes y desregulando otras funciones del organismo. Aún más cuando viene ese tira-gusto bastante grasiento.

 ¿Qué sucede en el organismo cuando bebemos

Para entender mejor, necesitamos saber lo que sucede con el organismo cuando recibe la bebida alcohólica. Se absorbe principalmente por el intestino delgado, a menos que sea en una cantidad muy pequeña, cuando es absorbida por el estómago y el colon. Pero en todo caso, ocurre una breve transformación de las funciones corporales para la adaptación del organismo a los efectos del alcohol.

El hígado entonces produce una enzima llamada deshidrogenasa (ADH) que transforma el alcohol en acetaldehído, una sustancia altamente tóxica que acaba ligándose a las proteínas y modificando sus estructuras. 

Toda alteración metabólica resultante de ello ocasiona incluso en acumulación de grasa en el hígado.

Uno de los problemas a corto plazo que acaba siendo uno de los mayores enemigos de la buena forma es la disminución de la capacidad del cuerpo para absorber las vitaminas y los minerales. Pues mientras el hígado está trabajando para eliminar las toxinas, acaba eliminando también otras vitaminas y minerales que debían ser absorbidas.

Con eso, el cuerpo acaba eliminando una gran cantidad necesaria de nutrientes por la orina. Es decir, va a faltar la vitamina y va a quedar grasa. Por eso el rendimiento del atleta suele quedar muy denigrado después de un fin de semana de borrachera.

Una fuerte borrachera acaba causando deficiencia de vitaminas B1, B2, B6, B12 y C, todas vitaminas importantísimas para quienes practican musculación, como ya vimos por aquí.

Como la bebida entorpece las ganancias de masa muscular?

Es prácticamente imposible conseguir masa muscular cuando se está deficiente de esas vitaminas. La vitamina B2, por ejemplo, es responsable de favorecer el metabolismo en la sintetización de grasas, azúcares y proteínas.

En la parte hormonal, el alcohol también trabaja de forma perjudicial. El alcohol interfiere en el hipotálamo, en la hipófisis y también en los testículos, que son los encargados de la función reproductiva de testosterona, la hormona masculina principal responsable por la característica y la fuerza muscular.

Por eso, quien bebe mucho acaba, con el tiempo, perdiendo buena parte de las principales características masculinas. En mujeres este caso también se agrava, ocasionando problemas severos en el metabolismo óseo, así como los disturbios menstruales resultantes también del desequilibrio hormonal.

La disminución de la síntesis proteica como consecuencia de la ingestión de bebidas alcohólicas siempre ocurre, incluso en poca cantidad. El problema es que, quien espera resultados, no puede ni pensar en sacudir su capacidad de sintetización de proteínas.

Se calcula para quien suele beber muy seguido, una pérdida de hasta un 20% de la musculatura, que acaba siendo sustituida por células de grasas al final de la historia.

Debemos recordar también la deshidratación, especialmente para quien prefiere cerveza. Esto porque toda bebida alcohólica tiene efecto diurético.

Es bueno saber que cuando se va mucho al baño por beber cerveza, lo que está saliendo no es necesariamente la cerveza. Lo que sale es demasiado líquido.

El cuerpo humano está constituido cerca del 70% de agua, siendo importante al funcionamiento de todo. Y con el efecto diurético, es posible perder hasta sales minerales como el calcio.

La fatiga es sin lugar a dudas otro enemigo de la buena forma. Cuanto más energía en un entrenamiento, mejor. El cuerpo necesita trabajar fuerte operando con el máximo de su capacidad física, para que los músculos puedan regenerarse durante el descanso normal.

Y, bien, las bebidas alcohólicas dañan las horas de sueño del atleta. Como es durante el descanso que los músculos se recuperan y crecen, un cuerpo fadigado jamás conseguirá obtener todo el resultado que lograría en un proceso normal de sueño y descanso.

Siendo que, aún más después de una borrachera, el cuerpo gasta más energía para poder recuperarse totalmente, y eso puede llevar más de 48h.

Y todo esto puede empeorar debido a los efectos nocivos del alcohol en el sistema nervioso. Además de perjudicar en el tiempo de reacción, también termina denigrando la coordinación motora.

El consumo de bebidas alcohólicas por mucho tiempo acaba perjudicando de vez en todo el sistema nervioso, aún más, en caso de alcoholismo, causar un atrofiado del cerebro.

Eso claro, además del estrés y la indisposición que, dependiendo del organismo, ni siquiera es necesario beber mucho para ocasionar al día siguiente.

Otra cuestión importante y que no notamos, es la falsa sensación de que su rendimiento no está siendo perjudicado. Es normal que las personas que beben mucho, tengan la certeza de que son de algún modo mejores mientras están bebiendo.

Por supuesto, en la hora final, en la práctica misma, eso no sucede. Incluso porque el cuerpo hinchado es muy diferente de cuerpo con musculatura definida. Y aun quien es "acostumbrado" a beber en gran cantidad y por eso piensa que no es afectado por algunos vasos de cerveza apenas, acaba siendo perjudicado sí.

Es que los ejercicios necesitan un ciclo evolutivo, es ahí donde la buena dieta entra. Imagina hacer una dieta regada y cuando llega el fin de semana, toda ella es desequilibrada por el proceso de digestión del alcohol por el organismo, al iniciar la semana, ciertamente no tendrá el mismo rendimiento de cuando terminó.

La ganancia muscular realmente no es una tarea fácil, exige disciplina y mucho entrenamiento. Como se dijo al principio del texto, esto no se trata de un artículo contra la bebida alcohólica, sino un informe.

Cada uno bebe cuando quiera y como quiera, pero si usted quiere ver buenos resultados en su cuerpo, es bueno informarse bien. 

La gran mayoría de las personas que se quejan por la falta de resultados, es formada por aquellos que no pudieron seguir su dieta en serio.

Por supuesto, la evolución también depende del cuerpo de cada uno, pero sin una buena dieta y mucho entrenamiento, los efectos serán pífios siempre.

Abrazos y buenos entrenamientos.

Referencias bibliográficas:
King AC, Byars JA. Alcohol-induce el rendimiento de la debilidad en los episodios de peso pesado y ligero social de los bebedores. J Stud Alcohol. 2004
Y en el caso de las mujeres. 2ª edición. San Pablo, Manoel, 2000.
http://www.virtual.epm.br/material/tis/curr-bio/trab99/alcool/alcoolorganismo.htm
http://www.cbcm.com.br/modulos/artigos/descricao.php?cod=24