ANVISA aprobó después de 12 meses de pruebas el adelgazamiento a base de hidrocloruro de sibutramina y el medicamento debe continuar en el mercado.

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Siendo creado, inicialmente, como antidepresivo, la Sibutramina es un poderoso inhibidor del apetito, lo que la hace tan buscada para el consumo. La principal área del organismo que la sibutramina actúa es en el hipotálamo cerebral, bloqueando la recaptación de la serotonina y de la noradrenalina.

Ellos trabajan llevando información entre las neuronas. Esta acción disminuye el apetito, causando la sensación de saciedad por dañar el proceso de comunicación entre las neuronas en relación a la alimentación. De esta forma, el medicamento hace que las personas continúen alimentándose, pero consumiendo porciones menores, y, consecuentemente, ocasionando el adelgazamiento de manera gradual.

Durante el desarrollo de la sibutramina como antidepresivo, los médicos lograron constatar su actual función, la de causar saciedad en los pacientes que la usaban, haciendo el medicamento exclusivo para el uso por personas que necesitan perder peso.

Al ver esto hasta parece que el remedio es un nuevo milagro para las personas que sienten dificultad en adelgazarse, sólo que también tiene los contras. Entre los principales efectos colaterales que fueron vistos por pacientes que usaron el remedio, el apetito excesivo (reacción contraria al principio activo del medicamento), insomnio, mareo, náusea, cambio en los hábitos sexuales e intestinales, entre otros, son algunos de ellos. Sin embargo, no existen estudios detallados en este campo en relación con el medicamento.

A finales de 2011 los puntos en desacuerdo con el uso de este medicamento comenzaron a sobresalir, especialmente después de que otros tres inhibidores de apetito fueron prohibidos en Brasil, el femproporex, el mazindol y anfepramona.

Incluso con la prohibición de estos medicamentos, no se ha visto una migración de pacientes a Sibutramina, ya que no se ha notificado un aumento considerable de las ventas del medicamento debido a esta situación.

La liberación de la sibutramina por ANVISA sólo se hizo a partir de algunos límites y reglas bien rígidas, teniendo en vista la posibilidad del uso de manera errónea por los pacientes. Además de las restricciones que ya existían, que eran un intento de inhibir la comercialización del medicamento, se añadió la disminución de la validez de la prescripción médica para la compra del medicamento.

Con estas prohibiciones, la Comisión de Seguridad Social y Familia ha discutido el poder de la ANVISA en prohibir o liberar ciertos medicamentos. Algunos diputados que forman parte de la comisión relatan que es importante respetar el conocimiento del médico al evaluar al paciente y prescribir el medicamento, no dando tanto poder a la ANVISA para retirar ciertos productos del mercado.

Es importante subrayar que este medicamento sólo puede ser comercializado ante la presentación de los términos de consumo, además de haber sido prescrito por el médico después de una evaluación completa de la situación del paciente. El uso indiscriminado puede acarrear muchos problemas al organismo y está en contra de la ley.