Los estudios indican que la falta de nutrientes proporcionados por la luz del sol durante la fase gestacional pueden duplicar los riesgos de que el niño sufra de esclerosis múltiple durante su vida. La investigadora Dra. Kassandra Munger de la Escuela de Salud Publica de Harvard sugiere a través de sus tesis que la deficiencia de la vitamina D durante el embarazo, aumenta los riesgos de sus hijos por la esclerosis múltiple en la fase adulta. Pero sus estudios no indican si la gestante recibe una dosis extra de la vitamina D cuando se constata, elevarán los niveles de suficiencia alejando los riesgos. Según ella, nuevas investigaciones más complejas deben ser realizadas para la determinación del factor.

Un estudio paralelo examinó y acompañó a 193 personas siendo 163 mujeres con diagnóstico de esclerosis múltiple, constató que ellas son originarias de regiones con poco sol y de insuficiencia alimentaria. El bajo consumo de alimentos con vitaminas D y poco baño de sol, traerá mayores posibilidades de un embarazo con genética favorable a la esclerosis múltiple en la fase adulta del niño.

El estudio también involucró a otros 326 pacientes que el 70% eran gestantes. De los que se recogieron muestras de sangre y se concluyó que el 25% tenía niveles bajos, 50% niveles satisfactorios y otros 25% índices altos de vitamina D (OH) en la sangre. Los estudios fueron posibles con la colaboración de algunas instituciones, entre ellas la Maternidad Cohort en Finlandia y la colaboración del Dr Benjamin Greenberg, de la Universidad de Texas.

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Foto: David Salafia