Después del descubrimiento de la importancia de los lípidos en la alimentación sana y uno de los grandes factores para la producción de hormonas, mucho se ha apostado en este macronutriente. Y uno de los principales responsables por el éxito total de los lípidos, son los famosos ácidos grasos.

Los ácidos grasos son fundamentales para el funcionamiento normal del cuerpo humano. Estos derivados de la hidrólisis de la molécula de lípidos son tan amplios e importantes como los aminoácidos. En el caso de las proteínas, en su hidrólisis, quedan pequeños "pedazos proteicos" conocidos como aminoácidos, en el caso de los lípidos, después de su hidrólisis, quedan vestigios conocidos entonces como los ácidos grasos conocidos como los ácidos grasos.

Y el caso más famoso de los ácidos grasos son las ômegas, principalmente el omega-3. Sin embargo, además de la clasificación de "3", existen otros ômegas, como el "6", el "9", etc. Estos dos citados por último, a pesar del poco marketing, también poseen funciones en el cuerpo y que pueden ser de extrema valía. Pero, al final, ante la existencia de varias ômegas, cuáles son los principales? Por otra parte, más precisamente, cuáles son los más difíciles de obtener en la dieta y en muchos casos necesitan suplementación?

Descubriremos a continuación ...

Índice del artículo:

  • Los ácidos grasos y sus funciones en el cuerpo
  • La relación omega-3, omega-6 y la dieta occidental
  • Los resultados del no consumo adecuado de ômegas
  • Si no conseguimos consumir algunos ômegas por la dieta, debemos suplementar? En qué cantidades?

Los ácidos grasos y sus funciones en el cuerpo

Los ácidos grasos son comprendidos por la familia del omega-3 y del omega-6. Entre sus principales funciones en el cuerpo está la producción de eicosanoides inflamatorios y antiinflamatorios, endocanabinoides, que alteran el humor y el estado de inflamación, y las lipoxinas, derivadas del camino de la lipo-oxigenación de las ômegas y que tienen influencia en la disminución de la inflamación . También influyen en la formación del ADN y en la formación del tejido adiposo, en particular el omega-6 para el segundo caso. Por último, el omega-3 todavía está asociado con la formación de parte del tejido cerebral, siendo que esto se debe en especial a los productos DHA y EPA (que también poseen funciones ergogénicas para los practicantes de deportes).

Como es posible observar entonces, ellos desempeñan papeles vitales y fundamentales en el cuerpo, los cuales pueden sufrir alteración frente al modo y la cantidad en su consumo dietético.

La relación omega-3, omega-6 y la dieta occidental

Los antepasados, remiten a pueblos que consumían cantidades de omega-3 muy superiores a las actuales. La mayoría de los mismos vivían cerca de ríos y grandes civilizaciones todavía se iniciaron en lugares fríos, donde hay una gran cantidad de fuentes alimentarias ricas en omega-3, en especial los peces de agua fría y profunda, como el bacalao, la sardina noruego e incluso el famoso salmón. Obviamente, son desconsideradas fuentes menos privilegiadas como la linaza, después de todo, a pesar de rica en omega-3, su conversión se da en ácidos grasos que no poseen fuerte influencia en los aspectos positivos del omega-3 de origen animal.

Era posible en esos pueblos evaluar cuestiones mucho mejores de salud y desempeño físico, además de funciones cognitivas mejores.

Actualmente, uno de los pueblos que más posee consumo de omega-3 en el mundo es el pueblo oriental, por su dieta, por supuesto. En la mayoría de los casos, estos pueblos son llamados como mayores portadores de funciones relacionadas con el desempeño cerebral, memoria e inteligencia, comprobando lo que se ha dicho anteriormente.

Entre las recomendaciones tradicionales actuales, están delimitadas en promedio una parte de omega-3 para diez de omega-6. Esto se debe al hecho de que las mismas enzimas relacionadas con el metabolismo del omega-3 también están relacionadas con el de omega-6. Siendo así, para que no haya competitividad excesiva del omega-6, entonces se necesita una cantidad significativa de la omega-3 en la dieta, eso para una dieta occidental. Incluso ante estas recomendaciones, se puede afirmar que al menos el 98% de la población no logra alcanzar ese margen.

Los resultados del no consumo adecuado de ômegas

Las ômegas son esenciales, como el propio nombre ya dice, al cuerpo humano. Ellos desempeñan procesos inflamatorios y antiinflamatorios, pero no sólo eso. Todavía presentan factores relacionados con la salud de la piel, el mejor flujo sanguíneo, las producciones hormonales, entre otros.

No sólo el no consumo adecuado de ômegas, pero el consumo desequilibrado entre el omega-6 y el omega-3 causan serios daños. Entre estos, podemos citar la mayor probabilidad del desarrollo de enfermedades cardiovasculares, el aumento de la adiposidad, el aumento de los procesos inflamatorios generales en el cuerpo, problemas relacionados con fatiga, memoria, concentración, entre otros.

La dieta occidental es muy rica en omega-5 y pobre en omega-3. Esto se debe a que muchas fuentes vegetales de lípidos como los aceites para cocción y frituras (soja, girasol, maíz, etc.) además de otras grasas, mientras que en el oriente o en los países nórdicos, el consumo de fuentes como peces y peces afines es mucho mayor.

El equilibrio entre omega-3 y omega-6, más precisamente en megados de omega-3, se percibe un gran efecto ergogénico también, lo que en desequilibrios no es notable.

Si no conseguimos consumir algunos ômegas por la dieta, debemos suplementar? En qué cantidades?

La recomendación, principalmente para practicantes de actividades físicas es que sí, algunas ômegas, como el 3 son suplementados. Sin embargo, todo debe venir de sus necesidades individuales, frente a las cantidades consumidas. En promedio, no hay necesidad de preocuparse por la suplementación de omega-9 específicamente, pues consumiendo cantidades adecuadas de omega-3 usted garantizará la conversión, también en omega-9.

Es innecesario para los occidentales consumir suplemento de omega-6, ya que está en grandes cantidades en la dieta. Sin embargo, hay mucho marketing sobre él, demostrando que todavía hay relevancia en su consumo. Algo, puramente de marketing.

Para funciones ergogénicas, algunas fuentes actuales recomiendan una cantidad de omega-3 que proporcione, en promedio, 1600mg de EPA / día. Sí, relativamente alta, pero bastante segura. Entre los efectos benéficos se puede observar: mejora en el rendimiento físico, mejora en la recuperación post-entrenamiento, mayor resistencia, menores posibilidades de inflamación post-entrenamiento y etc.

conclusión:

Siendo ácidos grasos esenciales, los ômegas deben necesariamente estar presentes en la dieta, sea de los practicantes de musculación o no. Sin embargo, si se trata aún más de las necesidades aumentadas de los individuos deportistas, se recomienda una atención mayor para ese consumo, en particular de la omega-3.

Observe los aspectos de su dieta y vea cuáles son las reales deficiencias. En la mayoría de los casos, el consumo de fuentes de omega-3 (en especial por la suplementación) y omega-6 (por la dieta) ya garantizan un suministro adecuado de ômegas, como el 9 (o ácido oleico) un buen aporte nutricional también, además de desempeñar papeles ergogénicos y esenciales para el deportista.

Buena alimentacion!

Artículo escrito por Marcelo Sendon (@marcelosendon)

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