Hoy vamos a conocer la historia de Luana Santiago. ¡Encontré esa querida personalmente y me encanta con su historia! Esta paulistana de 30 años siempre soñó con ser madre, pero descubrió que la SOP podría dificultar y mucho más cuando una sorpresa después de los intentos ocurrió. Conozca un poco más de Luana y también del procedimiento FIV que ella hizo. Bienvenida Luana!

Luana y su marido Rodrigo

Voy a empezar hablando que desde que me entiendo por gente tengo el sueño de ser madre. A los 13 años cuando descubrí que tenía SOP, lloré mucho porque allí pensaba que todo estaba perdido. Era sólo una niña y no entendía lo que era. Con el paso del tiempo, fui entendiendo lo que era y también percibí que no era como yo imaginaba, que yo sería sí madre. Confieso también que a partir de ahí, yo ya imaginaba o sentía que tendría dificultades, que tendría que hacer tratamientos más específicos, que tal vez tardaría un poco más de lo normal, pues, mi menstruación siempre ha sido completamente desregulada, pero no se imaginaba que sería tan difícil.

Cuando nos casamos, planeé que empezar a tratar de quedar embarazada con 5 años de casados ​​y así fue. Nos casamos en 2007 y en el 2012 comenzamos los intentos. Después de un año de intentos nada sucedía. Buscamos un experto en reproducción humana para tratar de entender lo que estaba sucediendo. Además del SOP tengo también hipotiroidismo, factores que hacen que el ciclo sea desregulado, por eso, mis ciclos son completamente locos y la mayoría de los veces anovulatorios. Siempre he sido una tentadora que deja la vida llevarme, no conseguí seguir el período fértil, la temperatura basal, el moco, etc.. A poco fui aprendiendo algunas cosas pero nunca fui de acompañar certinho.

Después de la realización de algunos exámenes de la pareja, tuvimos entonces otra sorpresa: el espermograma del marido no era muy bueno. La cantidad era normal, pero la mala calidad. De cara, ya nos indicaron la FIV, pues sería el camino más preciso para la concreción del embarazo. En este momento mi suelo cayó por segunda vez (la primera fue en el descubrimiento de la SOP), pues todo era muy caro y no teníamos condiciones para hacer el tratamiento.

Una vez más no entendía muy bien lo que era la FIV, entonces empecé a ver vídeos, buscar en Internet, leer mucho, participar en grupos en Facebook para conocer las experiencias de personas que pasaban por eso. Fue entonces cuando conocí la ovación. Me pareció simplemente fantástico, pues además de resolver el problema financiero, que sería tener mi tratamiento gratuito para realizar mi sueño, ayudaría a otra persona a realizar el mismo sueño que el mío, ser madre. Eso sería muy gratificante para mí.

Conocí algunas clínicas y hice el registro como donante. He realizado todos los exámenes solicitados y todo estaba bien. Ahora sólo faltaba encontrar la receptora de mis óvulos. Después de 4 meses de espera, fui llamada en una de las clínicas para comenzar el tratamiento. Tomé anticonceptivo Gynera por algunos días y vino la menstruación poco después. En el día 3 del ciclo empecé a tomar el inductor llamado Gonal F de 300ui por 5 días. Fui entonces a hacer ultrasonido en el sexto día de la medicación y el médico habló que yo tenía 10 folículos pero que éste no era un buen número para ser donante. Entonces aumentó la dosis de medicación y en la próxima ultra, si no hubiera mejoría, tendríamos que cancelar el tratamiento para ese ciclo. A partir de entonces del 6º día de la medicación y 9º día del ciclo, incluye Luveris 75ui más allá del Gonal. A partir de ahí, hacía ultrasonido día sí, día no.

En el próximo ultrasonido, el médico habló que hubo una mejora y que podríamos entonces continuar con el tratamiento. E incluyó el Orgalutran además de los demás ya citados. Más un ultrasonido fue programada la recolección de los óvulos y espermatozoides también. 36 horas antes de la recolección, tomé toda medicación citada e incluye el ovidrel para eclosión de los folículos y liberación de los óvulos. Me olvidé de decir que durante la inducción sentí sólo dolores en los ovarios, pero ya con más o menos una semana de uso de medicación, además de muchos gases rs.

En el día de la recolección fui en ayuno total, tomé anestesia general y se hizo la recolección. Fue muy tranquilo, no sentía nada más que ligeros cólicos en el día. El resultado de la recolección y embriones ocurre al día siguiente. El día siguiente me llamaron informando que tuve 14 óvulos, de estos 7 fueron míos y 6 donados. De mis 7, sólo 3 fertilizaron y se convirtieron en embriones. Durante 5 días, las embriologías me llamaron para contar la evolución de estos embriones que al final, un paro de desarrollar y 2 sobraron blastocistos para ser transferidos a mi útero.

En el quinto día de recolección, sería el día de la transferencia. No es necesario ayuno, sólo vejiga llena. La transferencia se realiza a través de un catéter que se inserta en el útero en posición ginecológica y acompañado por un ultrasonido pélvico. Se tarda menos de 5 minutos y es súper tranquilo, no duele nada. Enseguida ya fui liberada para ir a casa y apenas permanecer en reposo total en este día.

Después de eso, son 12 días de larga espera por el examen de beta HCG, para finalmente saber si todo eso trajo lo positivo. La ansiedad es inmensa, el tiempo parece no pasar. En este período, sentí ligeros cólicos, un dolor en los seis bien diferente de la TPM y también un sangrado en poca cantidad, pero rojo bien intenso pero ralo como jugo y que duró por 6 días. Los médicos decían que yo debería estar tranquilo, que eran síntomas de nidación pero si se quedaba más intenso y con coágulos, les avisa. Ah! Una cosa también que sucedió fue que empecé a hacer pis muchas veces al día como nunca había sucedido. Todo esto me hizo creer que había salido bien!

Luana y yo nos encontramos hace unas semanas y me encanta con ella!

Los 12 días pasaron y llegó el día de la beta. Era un sábado, no aguardaba esperar hasta la segunda para saber el resultado. Fui entonces en un pronto socorro, donde saldría el resultado con 2 horas. Para mi que es el más hermoso resultado que he visto, era positivo! Pero el valor era bajo todavía, pero positivo. Cuando hacemos una FIV, el procedimiento correcto es repetir el examen de 2 en 2 días para ver la evolución. Un embarazo normal debe doblar cada 2 días la cantidad hormonal de HCG.

Entonces después de 2 días repetir el beta. El valor subió pero no se duplicó. Quédate preocupado, pero confiado, pues, había subido. Más 2 días y nueva beta y entonces el valor cayó. Este día el médico dejó bien claro que el aborto ocurriría ... Me quedé por tercera vez sin suelo pero no quería creerlo. Aunque ya sabía que cuando el beta se cae, no hay evolución del embarazo. Yo sabía de la consecuencia pero en el fondo, tenía fe que Dios podría revertir todo aquello, después de todo, Él es el Dios de lo imposible a los hombres, pero todo es posible para Él. Aun así, me he quedado muy mal. ¡Tuve la peor semana de mi vida! Lloraba todos los días y en todas partes.

Cuestionaba a Dios el porque de todo aquello. Me quedaba revuelta al recordar tantas historias que he escuchado de mujeres que provocan aborto, maltratan, abandonan e incluso matan a sus hijos. Tantas que no desean tener hijos embarazan, que no aman verdaderamente a sus hijos ... Y yo que quería tanto, deseaba, planeaba, tenía tanto amor para dar. ¿Será que yo tenía que pasar por eso? No sólo yo, pero todas las otras mujeres que así como yo estaban enloquecidas por un hijo y pasaban por eso ...

En fin después de una semana de sufrimiento, pues, no sabía cuándo sucedería lo ocurrido. De los males fue el menor, pues no necesité pasar por el curetaje que es muy doloroso ... Tuve un sangrado intenso como nunca había ocurrido antes.

Algunos días después volví a la clínica, el médico habló que no tenía cómo descubrir el por qué. No había causa aparente y mis exámenes estaban bien, pero que era común suceder en el primer embarazo. Probablemente había una mala formación y por eso no evoluciona la gestación. También dije que como no tuve una buena respuesta ovárica como se esperaba, yo no podría donar de nuevo. Yo estaba muy mal con todo lo que había sucedido y mi esperanza era poder donar de nuevo. Entonces me quedé aún peor. En la hora que me necesitaba, fui super bien atendida, pero a la hora que necesitaba apoyo, no fue como yo esperaba y todavía me dieron un NO para la oportunidad que para mí, era la única en aquel momento. Me sentí usada, sé. Fue duro, pero sobreviví.

Pero a pesar de la decepción, del trauma, no me arrepiento de nada de lo que hice. Sinceramente, haría todo de nuevo, cuantas veces fueran necesarias, pues, independiente de cualquier cosa tuve la oportunidad de ayudar a una persona a realizar uno de sus grandes sueños. No sé cuál fue el resultado de esta receptor, pues el proceso es completamente anónimo, no sabemos nada de la otra. Espero del fondo de mi corazón que el resultado de ella haya sido mejor que el mío y que en este momento ella ya esté con su milagro en los brazos. ¡Y lo que puedo decir para finalizar es que no desistí! Me levanté y tuve fuerzas para luchar nuevamente y pronto también tener mi milagro en el regazo!

Luana Santiago, tentador que espera ansiosamente por su gran momento de ser mamá. Ella cuenta sus experiencias con la FIV en el canal de YouTube que abrió para llevar más información sobre el tema y compartir información.

Ver también: La maternidad siempre fue mi sueño - Scila Pasos