Me quedo pensando en las amigas tentadoras, porque las conozco, conozco el sentimiento que vive en sus corazones y en su íntimo. Conozco la voluntad de ser madre que toda mujer que intenta quedar embarazada tiene, y que parece que nunca cesar. Lo peor, parece que nunca llegará el momento. Los días, semanas, meses y hasta los años pasan, y como el tiempo parece cruel, nunca me pareció tan tenso vivir unos días y un período de la vida. Los sentimientos que envuelven esa espera nos hacen vulnerables a nosotros mismos, pasamos a ser villanos con nuestros sentimientos y expectativas porque nos saboteamos sin siquiera que percibimos.

Me acuerdo como hoy, de la voluntad que tenía de soltar todo y simplemente no desear tanto un acontecimiento. Simplemente apagar un botón y no querer más generar una vida dentro de mí. Sé exactamente cuántas noches que lloraba hasta dormirse, como era difícil lidiar con un amor que desbordaba dentro de mí y que esperaba poder dar a alguien que aún no se quería conocer. Confuso, con miedo de no conseguir y mucha ansiedad, era como me sentía en los momentos más angustiantes. Los dpos (días post-ovulación) eran para mí, los más lentos y más desgastantes. Esto sin contar las alteraciones hormonales que sufría durante ese período, modificaciones que hacía que fuese aún más sensible.

Luchar contra sí misma es un gran desafío en este momento, tenemos que controlarnos, controlar nuestros ímpetu, nuestra voluntad, nuestro instinto materno que está tan presente y prácticamente gritando dentro de nosotros para florecer verdaderamente. ¿Cuántas veces tuve ganas de gritar, darme el derecho de rebelarme y rebelarse. Desabafar y gritar a los 4 cantos el deseo de tener un bebé que nunca llegaba!

¡Señor, dame hijos! Lo que hice para merecer esta espera tan dolorosa?

¿Porque conmigo? ¿Porque yo? ¿Por qué las cosas no son como me imaginé? Ah si todo fuera como en la infancia donde yo hacía tantos planes de quedar embarazada de una pareja, gemelos! Sería tan simple quedar embarazada ... ¿Por qué no podría ser así? Busqué muchas respuestas y en aquella época de intentos pero no encontraba respuestas. Creo que la decepción y la frustración de la espera no me dejaba ver lo que realmente sucedía, el propósito de todo esto.

He tenido años para entender que toda aquella espera y sentimientos que querían enseñarme algo. Yo tenía que aprender algo con toda esta situación, pero cómo ver el motivo de todo lo que estaba sintiendo mezclado a tanto amor y voluntad de generar un hijo? No es fácil lidiar con esa espera, pero mi vez había llegado. Todavía durante la gestación percibí el porqué de tantos años esperando, yo necesitaba ralentizar para tener una gestación más tranquila. A pesar de tantos altos y bajos en el embarazo, tantos problemas, tuve tranquilidad y paz interior para vivir un embarazo turbulento y arriesgado. El reposo no era peor que esperar tantos años, ser incomprendido por tantas miradas que me juzgaban por querer otro hijo, y hasta por no quedar embarazada.

Tuve que soltar todo y dedicarme a este sueño en reposo, con cuidado y cautela, esperar como antes, pero ahora pensando no sólo en mí, sino en otra persona que crecía dentro de mí. Después del nacimiento de la miel me di cuenta de que la espera me había convertido en una persona más fuerte. Nada era imposible y ante tanta lucha y de tanta perseverancia, yo sería capaz de todo! Hoy soy más fuerte, porque aprendí a esperar, a controlarme, a controlar mis deseos y mis voluntades. Aprendí sobre todo a tener más fe, a resignarme ante la voluntad de Dios y me confortar en oraciones que llenaban mi corazón de esperanza y tranquilidad. Aprendí a orar, y orar me hizo más fuerte y mostró que, con Él y para Él nada es imposible, basta entender su propósito. Si usted siente en su corazón una voluntad muy grande y no sabe cómo controlar su ansiedad y deseo de formar una familia, Lea atentamente:

Sea fuerte, sea valiente y persistente. Si Dios colocó esta voluntad en su corazón, es porque él reservó una gran lección y le recompensará en algún momento. No pierda la esperanza jamás y nunca deje de pedir de todo su corazón ...

Señor, dame hijos, porque Él te oirá. La voluntad de Dios es buena, es perfecta y agradable.

Ver también: Quiero Engravar y No Consigo! Y ahora?

Fotos: Glenna Barlow, Carolina Tarré