"Algunos dicen que la soja es sana y que debe ser consumida regularmente, incluso suplementada, otros dicen que es peligrosa - esconder a los niños, cerrar las puertas y protegerse de la soja!"

Vamos a ver las últimas investigaciones acerca de la soja:

La soja contiene fitoestrógenos, que son hormonas encontradas en plantas, similares a las hormonas humanas. Pueden unirse de forma débil a los receptores de estrógeno del cuerpo. Para las personas con tumores sensitivos al estrógeno (por ejemplo, el cáncer de mama) no es una idea tan buena para estimular estos receptores.

Las mujeres en la menopausia que no producen la misma cantidad de estrógeno que una vez han producido, pueden beneficiarse de este aumento hormonal.

Es una cuestión de moderación. El consumo excesivo de soja puede generar efectos colaterales que involucra los órganos reproductivos y la tiroides. La soja disminuye la testosterona, entonces los hombres pueden sentir una caída en el apetito sexual y una disminución en la cuenta de esperma. Las mujeres sufren un abanico mayor de efectos colaterales, ya que la tiroides también se ve afectada. Cuando hay exceso de soja, la mujer puede sufrir con fatiga, falta de apetito sexual, gran flujo menstrual, calambres, infertilidad, depresión, caída de cabello, piel seca y aumento de peso.

El procesamiento de la soja también perjudica su reputación, ya que el proceso involucra químicos, como el aluminio y presiones con calor elevado, que roba los nutrientes que puedan contener en la soja. Además, altas temperaturas destruyen las calidades de la proteína lo que la hace inútil como fuente proteica. Algunas personas prefieren caracterizar la soja como un antinutriente, pues contiene inhibidores de proteasa, fitatos, saponinas e isoflovonas, que interfieren en la digestión de nutrientes, absorción de minerales y en el sistema inmunológico.

El ácido fítico de la cáscara, es la parte que bloquea la absorción de los minerales, especialmente el calcio, el magnesio, el cobre, el hierro y el cinc. Desafortunadamente cocinar la soja no desactiva los fitatos, como se hace en otros alimentos ricos en esta sustancia.

La tripsina es una enzima responsable de la quiebra de proteínas y esta acción es bloqueada por la soja. Cuando las proteinas no están completamente rotas, tienden a pudrirse en el intestino que lleva a los síntomas gastrointestinales. Las investigaciones también muestran que cuando la tripsina es continuamente inhibida, el páncreas se ve vulnerable a varios patólogos, incluyendo el cáncer.

La soja también contiene una sustancia que promueve la coagulación de las células rojas que junto con la tripsina puede inhibir el crecimiento. Sin embargo, fermentar la soja puede desactivar estos efectos.

Es importante recordar que hay varias fuentes ocultas de soja, incluyendo la margarina, helados, pastas, panes, salchichas, cereales, atún en lata, hamburguesas de comida rápida y aceite vegetal.

Para más información sobre la polémica industria de la soja, lea el libro "The Whole Soy Story", por Kaayla Daniel. La autora declara que un nivel seguro para consumir soja es una cantidad menor de 36g por día, una cantidad similar consumida en Japón, que es el país con el mayor consumo de soja en el mundo.

Ok, vamos a terminar el artículo hablando algo positivo sobre la soja. ¿Sabía usted que la soja tiene potencial para ser una nueva fuente de combustible renovable que puede sustituir a los plásticos y combustibles basados ​​en el petróleo? Esto es una gran noticia para nuestros niños.

Texto: Chales Poliquin
Traducido y adaptado por: Hipertrofia.org