Entiende el fenómeno de la supercompensación
formaciónHipertrofia, aumento de fuerza y resistencia son resultados del fenómeno de la supercompensación. Conozca sus 4 fases y cómo aplicarlas en su entrenamiento.
Dentro del entrenamiento físico muchas dudas siempre han sido bastante recurrentes. Muchos estudiosos buscaban entender cómo ocurrían los procesos que acababan por mejorar no sólo cuestiones fisiológicas y corporales, sino también el desempeño. Buscaban entender por qué el entrenamiento producía tales resultados y cómo sacar el mejor provecho del entrenamiento para que eso ocurra. Pues bien, una de las explicaciones que más es aceptada y que tiene más respaldo científico es la del fenómeno de la supercompensación.
Nuestro cuerpo se mantiene en un estado conocido como homeostasis, donde está equilibrado y mantiene una estabilidad de mecanismos fisiológicos y metabólicos. Cualquier alteración hace que esta homeostasis se rompe. La temperatura, la alimentación, el ambiente, el estrés, las emociones y el ejercicio físico son algunos de los factores que más influyen en la ruptura de la homeostasis. Esta ruptura puede parecer algo mal, pero es extremadamente importante para nuestra supervivencia y para que seamos más resistentes. Es muy importante también que esta homeostasis se rompe para que el cuerpo mejore sus funciones fisiológicas y metabólicas, haciéndolas más eficientes.
Pues bien, cuando realizamos un ejercicio físico esta homeostasis es rota y varias reacciones ocurren en nuestro organismo, como elevación de la PA, uso mayor de las reservas energéticas, elevación de los latidos cardíacos y consecuentemente de la circulación. Resumiendo, el ejercicio físico es un agente estresante dentro de nuestro metabolismo.
Hipertrofia y aumento de fuerza a través de la supercompensación
Cuando nos ejercitamos por encima de los niveles que el cuerpo está adaptado, causamos diversos "agresiones" al organismo, como micro lesiones musculares, ruptura de las reservas de energía y otros factores. El cuerpo, en el post ejercicio entonces, busca reponer y reparar lo que el ejercicio causó. Pero el cuerpo, en una actitud para mantener su supervivencia no sólo restablece lo que se ha perdido y depletado, sino que aumenta los niveles que teníamos antes del ejercicio. Esta es una actitud de precaución del cuerpo, que muy probablemente es un resquicio de la época de las cuevas, donde la principal tarea era mantener la vida bajo los agentes que la ponían en riesgo.
De manera bastante simplificada, es así que ocurre el fenómeno de la supercompensación y es así que el entrenamiento constante logra aumentar los niveles fisiológicos y metabólicos, además de promover una resistencia cada vez mayor. Aplicando esto al entrenamiento físico, podemos afirmar que de manera simplista, es de esa forma que tenemos la hipertrofia, aumento de la fuerza y la resistencia y todos los demás componentes.
¿Parece simple no es? ¿Basta imponer un estímulo más elevado que tendremos buenos resultados no es? Pues bien, no es tan simple como parece. Factores como dieta, descanso y otros tienen participación directa en este proceso. Además, el control para aumentar los niveles no siempre es fácil. La supercompensación se divide en 4 fases:
Fase 1: después de la aplicación del ejercicio, es cuando el organismo experimenta la fatiga;
Fase 2: la recuperación se produce por encima del nivel normal de las reservas energéticas anteriores;
Fase 3: la recuperación completa, ocurre la supercompensación;
Fase 4: el período óptimo para un nuevo estímulo, que si no ocurre ocurrirá la llamada involución.
Así, si un nuevo estímulo no se realiza durante la fase 4, en lugar de tener una evolución, acabaremos teniendo una involución. Además, si este nuevo estímulo se hace durante la fase 2 o 3, tampoco tendremos de hecho una evolución, pues el cuerpo aún no está completamente recuperado.
Aplicar y entender el fenómeno de la supercompensación es fundamental para que los resultados sean satisfactorios, independientemente de los objetivos y de lo que la persona practique. Con ello queda evidenciado cuánto el entrenamiento físico tiene relación con los períodos de descanso y que éstos no pueden de manera alguna ser descuidados durante el entrenamiento.