Uno de los métodos más utilizados en el entrenamiento, el agonista-antagonista puede surtir efectos bastante interesantes, si se hace de la manera correcta.


Quien todavía cree que para tener resultados basta con ir al gimnasio y trasladar a personas de manera aleatoria, está parado en el tiempo. Cada vez más, los métodos de entrenamiento bien empleados vienen demostrando eficientes en la búsqueda de mejores resultados. En este sentido, cada método presenta ventajas y limitaciones, que necesitan ser entendidas para que podamos sacar el máximo provecho de ellos!

En el caso específico del método agonista-antagonista, tenemos que tener en cuenta una serie de factores para su aplicación, pues él es muy indicado para ciertos objetivos y no tan eficiente para otros. Todo dependerá del contexto en el que se aplica.

Vea ahora algunas aplicaciones prácticas para el método agonista-antagonista en su entrenamiento!

Agonista-antagonista, cuando usar y cómo sacar un mejor provecho?

El método agonista-antagonista tiene sus particularidades que siempre deben ser tenidas en cuenta. En este artículo, ya he demostrado cómo funciona este método (Método Agonista-Antagonista en la musculación, aprende a utilizarlo). En general, impone al organismo una gran acumulación de metabolitos y una intensidad relativa bastante alta. Es lógico que todo va a depender de la forma en que se conduce, pero en general, el agonista-antagonista es un método bastante intenso, que puede ser muy útil para quien busca potenciar el tiempo de entrenamiento.

Pero no es éste el único beneficio de él. Como él trabaja con alto flujo sanguíneo en determinada región del cuerpo y con eso, tenemos una mayor acumulación metabólica, puede ser muy interesante para el adelgazamiento, por su elevada intensidad.

Todo esto se obtendrá sólo con una buena utilización de este método. En el caso de que se produzca un cambio en la calidad de la información,!

Agonista-antagonista, cómo usar adecuadamente!

1. Elección de los ejercicios:
Este quizás sea el punto más crítico al elegir el método agonista-antagonista. Si usted hace una elección desafortunada, los resultados no serán los esperados. Por ejemplo, imagine que usted optó por hacer el agonista-antagonista con dorsales y pectorales. Para empezar, usó la tirada alta detrás de la cabeza y en la secuencia, el supino recto. ¿Sabes lo que sucede en este caso? Una sobrecarga enorme sobre el pectoral (que es aductor del hombro, y por lo tanto participa de los dos movimientos) y una sobrecarga menor en los dorsales.

El mismo vale para el agonista-antagonista en el entrenamiento de los muslos. Si usted hace el agachamiento en el fondo y en la secuencia, Stiff, tendrá una sobrecarga enorme en los isquiotibiales y baja en el cuadriceps. Comprender la biomecánica y la cinesiología es fundamental para usar el agonista-antagonista de manera correcta. En caso contrario, aparecerán desequilibrios musculares y su desarrollo, estará comprometido.

2. Estímulo que se utilizará:
En general, el agonista-antagonista es más adecuado para los estímulos más metabólicos, por el tiempo total de tensión muscular más elevada. Si su objetivo es aumento de fuerza o estímulos tensionales más elevados, lo más indicado es la utilización de otros métodos. Pero aún así, es importante tener claridad sobre el tipo de estímulo a ser empleado, sabiendo que no todos son adecuados para este método.

3. Intervalo recuperable:
Este es un punto clave de la utilización del agonista antagonista. No hay ninguna respuesta pronta, pero hay que tener en cuenta lo siguiente. Cuando usted está usando determinado músculo y en la secuencia, sin pausa, pasa a usar el antagonista, está manteniendo el primer músculo en estado de tensión. Es lógico que esta tensión es mucho menor, pero se está solicitando. Por lo tanto, el intervalo de recuperación debe tener esto en cuenta. Además, complementando el punto 2, el intervalo de recuperación es un elemento que va a ser muy importante en la elección del estímulo a ser empleado.

4. Tiempo de utilización:
Por más que sea un entrenamiento intenso y que produzca buenos resultados, no podemos usar el agonista-antagonista durante todo el tiempo. Por eso, es muy importante que la periodización sea montada con esta perspectiva. En cierta fase, cuando se busca una mayor intensidad, podemos usar tranquilamente el método agonista-antagonista. Sin embargo, en fases más básicas, podemos tener problemas si utilizamos tal método. Es muy importante entender que ningún método puede ser usado como único para el entrenamiento de fuerza, pues como ya he mencionado, todos los métodos de entrenamiento tienen pros y contras y el cuerpo tiene que estar siendo expuesto a diferentes estímulos.

5. Técnica de movimiento:
Y muy común ver a personas que usan el agonista-antagonista y acaban perdiendo la técnica del movimiento, principalmente en la parte final del entrenamiento. Como este método causa fatiga central y periférica de manera más acentuada que algunos otros, es muy importante tener cuidado con la ejecución y técnica de cada movimiento. Si es necesario, reduzca la carga, pero nunca haga un movimiento equivocado!

En términos generales, agonista-antagonista es un método bastante completo para ciertos objetivos y que puede traer grandes resultados. Pero es necesario que sea bien pensado y planificado y esté inserto en una periodización. Sin eso, será difícil obtener calidad en su entrenamiento y principalmente, buenos resultados. Por lo demás, sin eso, no habrá resultado en ningún método. Buenos entrenamientos!