La modalidad de entrenamiento funcional viene ganando bastante espacio y con ello, surgen muchas reflexiones y cuestionamientos. Ver quién es el público que más se beneficia con este tipo de entrenamiento.


En los últimos años el entrenamiento funcional viene ganando mucho espacio en los medios, ya sea por el hecho de que permite una serie de alternativas de entrenamientos, que a menudo son mucho más atractivos y divertidos, ya sea por el hecho de que tiene como principal enfoque la salud.

Pero antes de hablar más específicamente del entrenamiento funcional y de las personas que más se benefician de él, necesitamos entender algunos conceptos.

Primero, funcional es algo con respecto a nuestras funciones orgánicas, cuando pensado en la óptica del entrenamiento físico.

De esta manera, un entrenamiento que es funcional es mucho más que sólo algo hecho en bolas, bozús y escaleras de agilidad, pero sí algo que tiende a mejorar positivamente las funciones fisiológicas y metabólicas de nuestro cuerpo.

Según Heredia (2011):

la principal propuesta del entrenamiento funcional necesita estar enfocada en el principio de la funcionalidad, que preconiza la realización de movimientos multiplanares e integrados. Estos movimientos tienen innumerables aplicaciones, como celeración, estabilización (incrementando en determinados movimientos, algunos elementos desestabilizadores) y desaceleración, con el foco en el perfeccionamiento de la habilidad de movimiento, fuerza de la región del tronco y eficiencia neuromuscular. Esta propuesta se justifica por la enorme posibilidad de aplicación y de la "transferencia" de los efectos de este tipo de entrenamiento para las "actividades de la vida diaria" (AVD) y "actividades naturales".

Es decir, el entrenamiento funcional en su esencia, necesita siempre estar enfocado en la mejora de componentes metabólicos y fisiológicos.

Pero desgraciadamente, vemos en diversos lugares, la "venta" de entrenamiento funcional enfocado en aspectos estéticos, donde muchas veces las personas acaban siendo engañadas y haciendo un entrenamiento como cualquier otro.

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Además, dependiendo del caso, actividades básicas como la musculación y los ejercicios aeróbicos, ya son capaces de promover mejoras sustanciales en la funcionalidad orgánica, lo que por sí solo ya es bastante válido.

Entrenamiento funcional o ejercicios funcionales, lo que estás haciendo?

Podemos decir que, de manera general, un ejercicio funcional no determina el entrenamiento funcional en sí. Sin embargo, el entrenamiento funcional debe seleccionar adecuadamente los ejercicios a ser aplicados, atendiendo a la funcionalidad de cada individuo, bien con su individualidad.

El simple análisis del término nos permite evaluar que a menudo el concepto de funcional termina siendo dejado de lado cuando se establece una filosofía de trabajo basada sólo en determinados métodos y tipos de ejercicios específicos.

Para entender mejor esto, (por ejemplo: error en la relación del volumen X intensidad, además de otras variables) o una elección de ejercicios con altos niveles de exigencia de estabilización externa (que generalmente es proporcionada por diversos aparatos de ejercicios resistidos), podrá ser más "funcional" que específicamente tareas motoras con alta demanda de estabilización interna activa, incluso a través de implementos que producir o añadir inestabilidad, como "bozu" o " "fitball", que generalmente se asocian al entrenamiento funcional.

Por eso es importante entender que uno de los supuestos asociados al concepto de el entrenamiento funcional es la cuestión de la "transferencia".

Este término es utilizado porque se considera que todo entrenamiento tiene como único objetivo traer el mayor efecto positivo sobre los objetivos previamente trazados, que en el caso del entrenamiento funcional, serían los efectos sobre la salud y principalmente la calidad de vida.

La transferencia por lo tanto, sólo sucederá cuando se estimulan uno o varios factores del rendimiento en la actividad que es receptor de la transferencia, y esto ocurrirá con el propio ejercicio sin otras demandas.

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Pero lo que todo esto quiere decir en la práctica? ¡Muchas cosas! Hoy sabemos que cada vez más las personas necesitan ejercicios para el mantenimiento de su funcionalidad, debido a nuestra vida sedentaria.

Pero esta individualidad está inserta en algo aún mayor, que es nuestra individualidad biológica.

Por eso, afirmar que la ejecución de los llamados "ejercicios funcionales" sin la debida prescripción y acompañamiento, no hace el entrenamiento funcional una realidad.

Para que usted pueda de hecho tener un entrenamiento que esté enfocado en su salud y calidad de vida, se necesitará una evaluación multiprofesional.

Pero entonces quien más se beneficia con el entrenamiento funcional? Básicamente las personas que están en busca de mejores niveles de salud y calidad de vida.

Los factores estéticos hasta pueden estar dentro de los objetivos, pero no pueden ser la única y principal meta.

Además, en ciertos casos, sólo la utilización correcta de ejercicios aeróbicos y resistidos, ya produce las mejoras que cada persona necesita en su funcionalidad.

Por eso, piense en todos estos factores para no ser engañado (a). Buenos entrenamientos!

referencias:
Heredia JR, Guía de ejercicios de fitness muscular. Lugar: Sevilla, Editorial Wanceulen; 2011.