Leche Empedrada - Y ahora?
Bebé y recién nacidoLa lactancia materna además de ser indicado como el principal medio de alimentación de bebés hasta los 6 meses de vida, es un momento más que esperado por todas las madres o al menos por casi todas. Se fantasía un momento mágico, inexplicable y de total entrega, pero no siempre es así. Principalmente en los primeros días de adaptación, donde el pico del seno se agrieta, machuca, sangra y dolores en toda región del seno debido a la leche empedrada puede ocurrir.
pero lactancia es sinónimo de persistencia y determinación y sobre todo muchas ganas de alimentar a su bebé, sólo así para no desistir en la primera fuga de dolor. Y uno de los problemas muy comunes durante la lactancia es la leche empedrada o ingurgitación mamaria como es conocido por la medicina. La leche empedrada deja las mamas duras y bien doloridas, dificultando y mucho el proceso de la lactancia. Normalmente causa fiebre en la mama, fisuras en el pico, además del dolor extremadamente molesto que imposibilita hasta de sostener al bebé en el regazo. En casos más agravantes, puede ocurrir fiebre alta y necesitar cuidados especiales para que el problema no se agrave aún más.
¿Pero por qué ocurre la leche empedrada? Y la respuesta es muy simple! En el inicio, la mujer produce una cantidad de leche materna por encima de lo necesario para alimentar al bebé, y como él no mama todo, esta sobra acaba endureciendo dentro de la mama creando pequeños nódulos bien doloridos que acaban dificultando la hora de la lactancia. Hay algunas formas de prevenir la leche empedrada como el uso de sujetador de lactancia, que acomoda correctamente las mamas. Además de los discos absorbentes que se posicionan de la forma correcta, que se venden en grandes mercados y farmacias.
Tratamiento Para Leche Empedrada
La mejor forma de evitar la leche empedrada es ofrecer leche materna en libre demanda. Dispensando las recomendaciones antiguas de ofrecer solamente en 2 en 2 horas o de 3 en 3 horas. Si el bebé llora y pide, lo ideal es dejarlo mamar, así evita que el exceso empedre y genere trastornos.
Pero si usted optó por la lactancia en horarios correctos, otra táctica es la de ordeño manual. Cuando la mama está bien llena, usted puede masajearla con las puntas de los dedos y efectuar el ordeño a fin de salir un poco de la leche acumulada. Este procedimiento debe realizarse alrededor de 15 minutos hasta que los senos estén bien blandos y cómodos para que el bebé consiga mamar debidamente.
Otro método muy utilizado y que al contrario de lo que muchos indican e imaginan sólo ofrecen alivio inmediato, aumentando el problema después de algunos minutos es el baño caliente. Durante el baño, el agua caliente que cae sobre las tetas llenas de leche proporciona alivio inmediato ya que el agua caliente dilata las glándulas mamarias y hace que la leche escurre con facilidad. Pero en este proceso lo que ocurre también es el estímulo en la producción, que acaba aumentando minutos después del procedimiento.
Opte por compresas tibias a frías, y haga inmediatamente después de dar de mama. Las compresas actuarán en el alivio del dolor, en la disminución de la hinchazón de las mamas y de la inflamación. No se debe dejar de amamantar en ninguna hipótesis, pues con la continuación de la lactancia el seno producirá solamente lo que el bebé consume, desapareciendo el problema de leche empedrada naturalmente. Si el problema persiste después de la realización de estos procedimientos y viene acompañado de mucho dolor y fiebre, un médico debe ser consultado para la evaluación del caso.
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Fotos: Raíssa Ruschel, Sarah