Al final, quien hace musculación debe / puede consumir leche de vaca ?

Leche en la musculación

Hay mucho que sabemos que una ingesta adecuada de proteínas es fundamental para el crecimiento muscular, haciendo alimentos como carnes, huevos, leche y derivados, ganen destaque en medio de practicantes de musculación y culturistas. Sin embargo, la leche de vaca, incluso presentando grandes contenidos de proteínas de alta calidad, posee mucha polémica en torno a su consumo. Algunos lo defienden como buen alimento, mientras que otros observan una mayor dificultad en el proceso de definición muscular cuando incluyen este alimento en la dieta, siendo que muchos atletas evitan su consumo en las vísperas de una competición. Este artículo pretende elucidar esas dudas, demostrando los pros y los contras del consumo de este alimento.

Se define leche como el líquido nutritivo producido por las glándulas mamarias de las hembras de los mamíferos. La leche es la principal fuente de nutrición para los recién nacidos hasta que sean capaces de digerir alimentos más diversificados. Sin embargo, si queremos obedecer las leyes naturales, deberíamos dejar de tomar leche tan pronto como nacen los dientes. A esta altura, la leche, incluso humana, deja de ser un alimento completo. Es lo que sucede con los demás mamíferos, que cambian su dieta tan pronto como nacen los dientes. Los seres humanos son los únicos animales que continúan alimentándose de leche - obviamente de otros animales - durante toda la vida.

Los adeptos de la alimentación natural con base macrobiótica afirman que la leche de cada mamífero es adecuada para cada especie. La estructura de la leche de vaca es propia para terneros, pero no exactamente adecuada para los hombres, ya que el becerro crece cerca de diez veces más rápido que los humanos en los primeros meses de vida. Además, los anticuerpos generados por el organismo de la vaca para la defensa inmunológica del ternero se convierten en antígenos para los seres humanos y pueden desencadenar disturbios alérgicos de varias proporciones. Los niveles de caseína contenidos en la leche de vaca también son muy diferentes de los niveles contenidos en la leche humana y no son adecuados para nuestro organismo. La caseína es uno de los principales componentes alérgicos presentes en la leche de vaca. En el caso de las células mastóides presentes en el intestino, se produce la liberación de histamina (respuesta alérgica).

Ya a whey protein - conocida como la proteína del suero de leche, se constituye en la porción acuosa de la leche producida durante el proceso de fabricación del queso, cuando ocurre coagulación. Sin embargo, sólo el 0,6% de esta porción es proteína, lo que significa que se necesitan 229 litros de leche para producir 1 kg de leche whey protein de baja calidad. Es decir, obtener buenos niveles de whey protein por medio del consumo de leche de vaca fresco es imposible. En este caso, la suplementación es la mejor medida.

Otro factor a considerar es conocido como intolerancia a la lactosa - carbohidrato presente en gran concentración en la leche. La hidrólisis de la lactosa se produce por la acción de la lactasa presente en las microveloidades intestinales, siendo convertida en galactosa y glucosa. La intolerancia a la lactosa es muy frecuente a escala mundial, pudiendo alcanzar en algunos casos el 90% de la población. La deficiencia de la lactasa es común entre las poblaciones asiáticas (el 98% en los tailandeses, el 97% en los chinos, el 99% en los japoneses y el 67% en los indios). Entre los caucásicos la prevalencia de intolerancia a la lactosa es cerca del 15%. También afecta a negros africanos (72%), norteamericanos (70%) e indios. La deficiencia ocurre también con el envejecimiento por la atrofia de la mucosa del intestino delgado.

En esta intolerancia se incluyen tanto las personas con intolerancia total, como las con intolerancia parcial. Este último grupo puede digerir grandes cantidades de lactosa a la vez, pero no tiene problemas en administrarla de forma fraccionada, siendo que normalmente toleran bien alimentos con menores niveles de lactosa, tales como yogures y quesos.

La lactosa no digerida permanece en el intestino donde sufre acción de bacterias fermentativas, ocasionando la formación de ácido láctico y otros ácidos, causando: náuseas, gases, calambres, distensión y cólico abdominal, flatulencia y diarrea, que se manifiestan entre 30 minutos y 2 horas después de la ingestión de alimentos que contengan lactosa. En algunos casos, puede ocurrir - incluso - mala absorción de los nutrientes ingeridos. La mayoría de los intolerantes a la lactosa desarrolla el cuadro con el paso del tiempo y muchos de ellos conviven con la deficiencia enzimática y sólo observan los síntomas después de muchos años.

La leche de vaca no sólo tiene aspectos negativos, ya que presenta buenos contenidos proteicos y algunos micronutrientes, como el calcio, el fósforo y las vitaminas B1 y B2. Sin embargo, podemos, sin duda, obtener tales nutrientes provenientes de otras fuentes alimentarias.

Ahora, convengamos que varias preparaciones a base de leche son bien sabrosas, haciendo que la retirada completa de este alimento de la dieta se convierta en bien sacrificante. En la mayoría de los casos, la mayoría de las personas que sufren de depresión, depresión, de ansiedad, de ansiedad, a efectos adversos a nuestra salud. Sólo los individuos que viven en condiciones naturales lograrían este hecho.

En el análisis de este modo, cuando se trata de practicantes de actividad física sin ambición competitiva, defiendo el uso moderado de la leche de vaca dando preferencia a sus derivados, tales como quesos y yogures, debido a la presencia de menores contenidos de lactosa. Otro sustituto muy interesante para la leche de vaca sería el extracto soluble de la soja. Esta bebida, conocida popularmente y erróneamente como "leche de soja", posee buenas propiedades nutricionales, y aún, las isoflavonas contenidas en la soja han demostrado ser efectivas en la prevención de la osteoporosis.

En el caso de los culturistas de alto nivel en período precontacto , la restricción debería ser mayor. Todos los atletas bajo mi supervisión retiran la leche y sus derivados por completo de la dieta en el período precontacto . En esta fase, cualquier detalle hará mucha diferencia, siendo que lo ideal es trabajar con la menor variedad de alimentos posible, lo que facilitará cualquier ajuste si es necesario. En el periodo fuera de la temporada , una moderación en el consumo de estos alimentos ya sería suficiente.

En realidad todo dependerá de factores individuales, tales como: objetivo, grado de intolerancia, historial patológico, hábitos alimenticios, etc. La individualidad biológica siempre debe respetarse. Por lo tanto, un acompañamiento individualizado con un profesional debidamente habilitado siempre se hace necesario.

Texto por Rodolfo Anthero de Noronha Peres - CRN8 - 242 - Nutricionista deportivo