Entiende cómo surgen las varices y si de hecho, la musculación puede causar varices o tiene influencia positiva.


¿Qué son y cómo surgen las varices??

Las varices no son más que venas que por diversos motivos se van volviendo enfermos con el paso del tiempo y van perdiendo su funcionalidad. Inicialmente se quedaron alargadas y dilatadas y luego pasan a no trabajar más correctamente como deberían. Con ello, gracias a la mala circulación, se hinchan y así quedan visibles bajo la piel. Hay muchos factores que pueden causar las varices, como el embarazo, el humo, las bebidas alcohólicas, la herencia, la obesidad y el sedentarismo.

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Si tomamos como parámetro que muchos de estos factores son evitados haciéndose actividad física, ya tendremos por lo tanto una situación favorable a la musculación y las demás actividades para la prevención y tratamiento de las varices.

Para tener una idea de como la actividad física de una manera general auxilia en el control y mejora de los cuadros de varices tenemos que montar el siguiente escenario. La sangre sale del corazón, más precisamente del ventrículo izquierdo, para suplir el resto del cuerpo. Él sale de él, rico en oxígeno y nutrientes, del ventrículo a través de la arteria aorta. Esto ocurre a cada latido del corazón. Por su parte, la circulación, a través de las venas, en un proceso llamado de retorno venoso, trae la sangre rica en gas carbónico para los intercambios gaseosos en el pulmón. Pues bien, con este pequeño resumen de cómo funciona el sistema circulatorio, será más fácil entender algunos aspectos. Como ya se ha mencionado, las varices provienen de problemas circulatorios, entonces vamos a la fuente de ello.

Una persona sedentaria tiene un tono muscular menor que una persona activa, eso es consenso. Así, con los músculos con menor capacidad de promover fuerza, acaban teniendo menos alimentación sanguínea. Tanto la musculación, como cualquier actividad regula, hace que nuestros músculos precisen de más aporte sanguíneo. Por lo tanto, la mejora del tono muscular a causa de la actividad física, ya sea aeróbica o de fuerza, causa una mejora general en la circulación. Además, con la musculatura fortalecida, usted tendrá una gran ayuda de los músculos en el proceso de retorno venoso, que es cuánto la sangre vuelve por las venas hacia el corazón.

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Musculación y Varices

Pues bien, ahora llegamos a un punto crucial. La musculación tiene como característica general, la mejora de la fuerza y ​​del tono muscular. Eso es un hecho. No es que las actividades aeróbicas, como caminar, no lo hagan, pero es en la musculación que tenemos los mejores resultados. Así, una persona que practica musculación tres veces por semana como mínimo, va a tener una mejora sustancial en el proceso de retorno venoso.

El argumento que las personas que dicen que la musculación hace mal para quien tiene varices, es sostenido por el hecho de que alegan que la musculación causa una oclusión vascular (interrupción de la circulación) durante la ejecución de los ejercicios. Pues bien, en algunos casos, como en ejercicios estáticos, hasta causa incluso. Pero en contracciones excéntricas y concéntricas, si hubiera de hecho una oclusión, no conseguimos ejecutar más repeticiones, pues faltaría aporte sanguíneo. Además, estos mismos dicen que el corazón tiene que trabajar mucho más durante este tipo de ejercicio y que es perjudicial para el sistema cardiovascular vascular. Pues bien, si así fuera, todos los practicantes de musculación serían serios candidatos a tener problemas cardíacos, ¿no es así? Y las investigaciones muestran que lo que ocurre es lo contrario.

La musculación, aliada a una caminata, mejora sustancialmente la circulación y disminuye y previene las varices. Sólo casos más extremos, necesitan autorización médica para que se haga musculación.