Hola mi nombre es Micheline, tengo 34 años y soy madre de 3 niños. El Cid de ocho años, del Téo de cinco años y del Édi de un anillo.

Me gustaría mucho haber leído un relato como lo que voy a contar, pues sin duda me habría ahorrado de muchos momentos angustiantes en la pelea contra el espejo y la balanza. Sé que así como yo algunas mujeres pasaron por la famosa baja estima incluso esta siendo superada por el hecho de ser madre.

Mi intención es mostrar que los hijos no son responsables de la indeseable barriguita y que la musculación no es exclusividad para hombres, mostrar que el sacrificio puede llegar a ser un "vicio" y que la edad no es un obstáculo para alcanzar resultados. Hay quien no crea que después de 3 gestaciones mantengo un cuerpo bien cuidado SIN TENDRADO POR NINGÚN TIPO DE PLÁSTICA. Pero no siempre fue así!

para 25 años tuve mi primer hijo y hasta entonces desconocía el "bicho papón" ejercicio físico. Engracié con 50 kilos y al final de la gestación estaba con 30 kilos más. Mi primogénito nació y me sentía fea, largada, desmotivada a cuidarme. Un año después todavía estaba algunos kilos por encima del peso. Mi madre llegó hasta llamar mi atención, animándome a volver a ser "aquella mujer que se cuidaba", vanidosa y que se casó usando el maniquí 34.

Dos años y medio se pasaron y en 2008 vino la segunda gestación. Esta no fue diferente. Continuaba sedentario y ahora con 28 años. Ciertamente yo era aquella que la gente apuntaba y decía: "después que se casó y tuvo hijos se volvió un tribufu". En mi caso esta situación estética no afectó mi matrimonio, pues mi marido continuaba el mismo compañero cariñoso. La crisis era mía, no tenía ganas de salir de casa, de arreglarme, pues me sentía fea y en guerra con el espejo. Por supuesto que feliz con mis dos hijos, pero con esa insatisfacción física.

Fue entonces que en 2010, cinco años después de la primera gestación, busqué la desconocida academia. Miré esos aparatos, a tal ficha y pensé: ¡en qué mundo estoy! Pero soy brasileña y no desisto fácil. Fue entonces cuando busco un profesional del área, un personal. El primer diálogo fue: "Voy a marear una vez a la semana para ver si me voy a adaptar". Estaba con 56 kilos y un 21% de tasa de grasa. Pasado el primer y difícil mes, fui viendo el puntero de la balanza bajar y me animé. Pasé a asistir a la academia tres veces a la semana y en tres meses yo estaba con mis deseados y soñados 50 kilos, lo mismo que yo había dejado atrás en el año 2005 y lo mejor: la tasa de grasa era del 12%.

He conseguido insertar este hábito como parte de mi rutina y mis entrenamientos pasaron para todos los días. Mantuve el peso y fui ganando una forma más delineada. Mi personal seguía una línea de entrenamiento donde quería mantenerme sano, pero sin ganar músculos muy definidos. Yo estaba exactamente con el cuerpo que quería. Es una pena haber descubierto solamente a los 30 años este placer. El hecho de cuidarme no me hace una persona fútil. Significa cuidar mi salud física y mental. Desafortunadamente todavía existe el prejuicio!

En agosto de 2011, con 32 años, nació mi tercer hijo. Me quedé una embarazada muy diferente de las dos primeras gestaciones, donde llegué a pesar más de 80 kilos en cada uno. Durante la gestación mantuve mi entrenamiento diario con el mismo profesional que inició mi entrenamiento, sólo que esta vez con el aval de mi obstetra. Mi rutina de ejercicios continuaba, pero volcada para gestante.

Paré con la musculación faltando un mes para mi parto. No engorde el estándar estipulado de 9 kilitos, pero tampoco engorde los 30 kilos de las dos primeras. Esta vez engorde menos de la mitad, pero el principal es que me sentía extremadamente mejor. Como me sentía falta de los aparatos y de la adrenalina. Cuarenta días después del nacimiento de Édi ya estaba en mi rutina diaria, aunque a menudo interrumpido por el bebé. Dos meses después de la tercera cesárea ya estaba con el mismo peso de cuando quedé embarazada.

Se casó con 50 kilos a los 23 años e incluso después de tres hijos y habiendo pasado 11 años sigo con el mismo peso, pero con una calidad de vida infinitamente mejor. Entrenamiento de lunes a viernes y hago de los obstáculos un aperitivo especial. Driblo la falta de tiempo despertando temprano e inicio mis días dentro de la academia. El sacrificio se volvió un placer. La alimentación todavía es una dificultad, pues cometo todos los pecados que una persona sana no debe cometer. Pero, si aprendí a ejercitarme a los 30 y tener placer en esa rutina, antes de los 40 yo aprendo a ignorar los refrescos y los fast food's ...

Hoy la maternidad es para mí un placer sin el sacrificio de sentirme "diferente" de lo que yo era. La musculación que antes era tan indeseada hoy es mi indispensable café de la mañana el deporte se volvió rutina para mí, mi marido y mis hijos y la cicatriz que tengo de las tres cesáreas es la parte que más admiro en mi cuerpo.

Este relato de Micheline es para todas las mujeres que ya han tenido hijos, para las que están embarazadas y para las que tienen miedo de tener hijos a causa del cuerpo. con cuidado correcto, buenos profesionales a su alrededor, usted puede conciliar todo. Buena apariencia, salud y una excelente maternidad!

Micheline practica los ejercicios acompañada por el profesional Rodrigo Melo y en el período gestacional lo mismo la acompañó paralelamente con la obstetra. Gestora, no practique ningún tipo de actividad física sin un acompañamiento profesional.

LEA TAMBIÉN:
VER: Cómo utilizar anabolizantes de forma correcta y segura y aumentar su masa muscular en pocos segundos
GET: Entrenamiento, Dieta y Protocolos de Suplementación listos para ser utilizados y colocados en práctica: una guía completa para la hipertrofia!
SABER: El Pre-Entrenamiento que va a cambiar su forma de entrenar: + ENERGÍA, + FUERZA, + RESISTENCIA, + FOCO y + MÚSCULOS!
BAJA DE GRACIA: Libro digital con 20 recetas de fitness y sabros para ganancia de masa muscular y pérdida de grasa!