El relato de Beatriz Vilela - En busca de la libertad
embarazoYo tenía 16 años, muchos sueños y un deseo enorme de salir de casa y librarme de las cobranzas de mis padres. J? trabajaba fuera y podía ir y venir? cuando quisiera, pero siempre dando satisfacción en casa. Fue cuando conocí a mi primer novio sano y con él vino el deseo más fuerte de librarme de las cobranzas de mis padres.
Después de un año de citas, decidí acortar el camino, sin tener que esperar años de noviazgo, compromiso y preparación para salir de casa, he decidido quedar embarazada. ¡Confieso, fui ego? Sta! Decidí quedar embarazada sin avisar a mi novio sobre la decisión, porque tal vez él barajara mi idea y no me permitiría que yo de esa secuencia a lo que estaba pensando.
?Yo quería quedar embarazada para salir de casa.?
Como la mayoría de las niñas de esa edad, totalmente inmadura, creía que si se embarazara sería automático todo suceder. mi novio asumiría el beb?, tanto la fama de él como la mía nos apoyaría, todo sería maravilloso y mi sueño se realizaría.
Bastó dejar de tomar un solo nido (me decía a mi novio que estaba tomando) pronto vino el retraso menstrual. Confieso que me temía, no pensé que sería t? Rido y al mismo tiempo pensé que pudiera ser psicologo. ¿Llegué a? la me arrepiento de haber tomado esa decisión? sola?.
Fue en esa hora que millones de pensamientos, miedos, preocupaciones vinieron en mi cabeza. Sea? que hice lo correcto? ¿Y si mi novio se enojó? Como yo le diría que no estaba tomando el remiendo? Sería mejor mentir y decir que el envío falló? Y si él me pide que abortar?
En esa hora tuve plena certeza de que había hecho una m? y que no hay que olvidar que no hay nada que pueda hacer. Pero ahora j? era tarde, yo estaba atrasada! No sabía ni qué hacer, con quien hablar, yo estaba sola en ella y quería hablarle sólo si estaba seguro de lo positivo.
Compré una prueba de granja y para asegurar que mi mamá y yo no viera nada, decidí hacer en mi trabajo. No he contado a nadie?!
Fue a la hora del almuerzo de la empresa, pocas personas se quedaban en la oficina y yo fui al baño. He leído la cajita con cuidado al final nunca había hecho y la tensión ha tomado cuenta de mí. Algo que quería tanto ahora me traía de vidas si yo había hecho la cosa correcta.
Me sumergí la tira en la orina y mi corazón se aceleró, empecé a sudar frío y antes de que yo pudiera desmayar el resultado salió. POSITIVO! Mi Dios, yo en el fondo he encontrado que daría negativo!
Me quedé congelada, no podía esbozar ni salir de aquel cuarto de baño. Parece que acababa de leer el resultado de la prueba, pero j? estaba encerrada en ese cuarto de baño a más de 40 minutos. S? podía pensar: lo que hago ahora.?
Me responderé profundamente y salí, algunas personas en la empresa me miraron preocupadas, j? otros vinieron a preguntar si todo estaba bien. Resolví simplemente responder que todo estaba bien. Me senté en mi mesa y no he podido concentrarme el resto del día, s? pensaba en lo que haría a partir de aquel momento.
Yo no podía ocultar por mucho tiempo, necesitaba hablar pronto a mi novio. Tal vez el miedo que yo estaba sintiendo era tonto y todo saldría de la forma esperada y soñada cuando tomé la decisión de dejar de tomar el anticonceptivo..
Le llamé a él y le pedí que me buscar en el trabajo aquel día, él extrañó, pero habló que iba. ¿Cuándo dio el horario de salida de la j? me esperaba en el portal de la empresa. Por lo que me había programado para contarle en el camino de vuelta a casa no salió como se esperaba, no lo conseguí!
Al llegar a casa, entramos en mi habitación y le dije que necesitaba contarle algo, pero que no lo conseguía y entonces lo mostraría. Tomé de la bolsa la prueba de embarazo y me entregué en la mía de él. Él come, o reír y tiró la prueba en la cama y aún complementó diciendo que en esa broma él no caería en el pecho.
Cuando se dio cuenta de que yo no sonríe y estaba hablando sano, perdió el color! Se quedó en silencio por unos minutos y yo allí de p? en el frente de él confieso que Espero un abrir?, un beso y una conmemoración feliz al final tendríamos tener un beb ?. Pero no fue esa reacción.!
Él se levantó, me miró trastornado y dijo: yo no quiero tener un hijo! Mis piernas se ablandaron y s? ¿Puedo pensar? Mi Dios, lo que hice?
Traté de calmarlo y le pedí que pensara conmigo, que esa sería la oportunidad de casarse, tener nuestra casa y nuestra familia, que finalmente quedarse juntos. Y él respondió antes de que terminara: - ¿Quién dijo que? eso que quiero? No quiero casarme ahora y mucho menos tener fama!
Él se fue y le pidió que no le llamara. Claro que aquella misma noche llamé muchas veces, incansablemente después de todo yo necesitaba que él estuviera de mi lado. ¡Sin éxito! Mi m? Y notó mi aflicción y quiso saber lo que estaba pasando y me agonizaba, me abrí y conté.
Ella se sentó mirándome por unos segundos, sonrió en la secuencia (creo que de nervioso) y luego me abra? O. No sé el porqu ?, pero en ese mismo momento yo sabía que todo había salido mal y no sucedería como soñé..
Mi novio, el que soñaba con tener una familia y había decidido tener un hijo desaparecido del mapa. Su familia se enteró de que yo estaba gruñido porque mi madre y yo contó. Se pusieron a disposición para ayudar en lo que necesitaba, pero no lo ocultaron la insatisfacción.
Mi barriga fue creciendo, pero la ficha de que pronto tendría un beb? no había caído. No era así que había imaginado suceder, que no se sienta bien., tener una nueva vida. Pero no, yo estaba en la casa de mis padres, dándole preocupaciones a ellos y aún por obligarme a someterme a lo que decidieran j? que necesitaba tanto de ellos.
A los 8 meses de gestación, hicieron un lindo ch? de beb? con mis amigos y familiares. ¿De la familia del padre de mi beb? s? ¿apareció? y después de 8 meses la vi de nuevo. Fue extraño, parecía que no nos conocía más.
Cuando cumplí 38 semanas de embarazo entré en trabajo de parto y mis padres me llevaron a la maternidad. A diferencia de las otras mujeres aquel día yo era la nica que no tenía un compañero del lado. Mi m? Y se puso a mi lado y de mis dones conmigo, mi Isabella vino al mundo a través de un parto cesáreo con 2.900 kg y 46 cm.
En el caso de que se trate de una persona, mi ex suegra nos visitó, pero el padre de mi beb? no apareció. No sé por qué me entristecía todavía, al fin y al cabo me dijo en el momento en que hablé del positivo que no quería ser padre.
Hoy, j? si pasaron 5 años que mi Isabella nació y admito, no fue f? cil. Mi prisa en salir de casa, tener nuevos rumbos me llevó a cometer errores. No digo error por mi hija que hoy? la razón de mi vivir, pero digo errores en actuar por impulso, por mi falta de madurez encontrar que las cosas sucedería de la forma que soñaba tan fácilmente.
Hoy con 22 años, me he graduado en la universidad a mis padres que me apoyaron. Estoy en la profesión que amo y sostengo a mi hija a través de mis esfuerzos, pero al contrario de aquella niña inmadura de algunos años atr? S no quiero salir temprano de cerca de ellos.
Si un día conoce a alguien bacano y pintar el deseo de casarse, que fluye naturalmente y las cosas suceden sin previsiones de gran envergadura y sobre todo que sea soñado a dos. No tengo más prisa de las cosas, he aprendido a vivir el hoy y ser feliz cada minuto con lo que tengo.
La familia del ex poco tiene contacto con mi hija, nunca prohibí el contacto, pero también después de un tiempo he dejado de hacer quest?. ¿Pienso que el amor que ella recibe de mí y de los míos? el gran que basta. A fin de amor no se mendiga ni se implora.
Estoy agradecida a Dios por tener mis padres que me apoyan y siempre pienso en cuántas niñas no tuvieron la misma suerte que yo. Incluso abandonada por el compañero durante el embarazo, recibí total apoyo de aquellos que yo s? pero no se que es lo que mas me gusta de mi. aquí.
Ver también: Informe de Violencia Obstetricia - Daniela
Foto: cryart