Si usted quiere hacer cualquier cosa en la vida, hay dos maneras de lograr: la primera, más popular y completamente equivocada, es tratar de motivar. La segunda, por algún motivo olvidada e irónicamente correcta, es cultivar disciplina.

Ue, pero cuál es la diferencia si lo que importa es conseguir lo que usted quiere ?

Motivación, hablando de una manera general, opera sobre la suposición de que usted necesita un estado mental y emocional específico para lograr completar una tarea. Cambiando en los niños, que usted necesita estar feliz, con "sangre en el ojo", prácticamente los planetas deben estar alineados, para sólo entonces empezar a hacer las cosas, que es totalmente equivocado. La disciplina, por otro lado, separa los sentimientos de lo que realmente necesita hacer, irónicamente haciéndole progresar independientemente de lo que esté sucediendo en su vida.

En resumen, si usted depende del humor correcto, de la "motivación", para hacer todo lo que usted necesita hacer, usted está simplemente cogido. Y hay problemas peores en depender de la motivación: en la vida real usted va a ser obligado a hacer cosas que nadie en sana conciencia quedaría motivado para hacer. Y cuando estas situaciones aparezcan, el tipo que depende de motivación va a ser aplastado, pues va a pensar que algo está muy mal con su vida, porque no va a poder encontrar fuerzas de ninguna manera para hacer una tarea aburrida y sin ninguna satisfacción inmediata. El error fatal aquí es justamente pensar que usted necesita estar motivado o no para hacer algo, la respuesta es disciplina - usted hace lo que necesita ser hecho, con buena o mala voluntad.

Como si no fuera suficiente, todavía existe otro problema práctico con la motivación: tiene una fecha de caducidad corta, y necesita ser "consumida" constantemente.

La motivación es como si fuera un pico de energía: grande y momentáneo. Esto puede ser útil en una situación específica que requiere la actitud correcta, como el día de una competición de fuerza por ejemplo. Sin embargo, es pésima para ser aplicada en la rutina diaria.

La disciplina es como si fuera un motor, que a partir del momento que comienza a funcionar, irónicamente proporciona energía para el sistema.

Independiente de cuál sea su objetivo de vida - quedarse gigante, rico o sé allí - no está ni ahí para su estado mental. Con esto dicho, cuando el asunto es cuánto tiempo vas a tardar para conquistar algo y tus posibilidades de éxito, la disciplina atropella la motivación, da la vuelta, atropella nuevamente y aún sale cantando neumático.

Cambiando en los niños, la motivación es tratar de estar con ganas de hacer algo. Disciplina es hacer que usted no quiera, y usted necesita sentirse bien entonces de conseguir.

¿Cómo cultivar disciplina? Construya hábitos - comience lentamente, incluso en cámara lenta si es necesario. Comience lentamente a hacer lo que realmente necesita ser hecho para conseguir lo que usted quiere, independientemente de su estado mental, y progresivamente va aplicando cambios en su rutina. Cuando usted menos se dé cuenta, usted habrá generado grandes cambios en su vida.

Texto por Zbyhnev