Punto-gatillo (también conocido como "puntos de disparo") parece ser algo complicado y confuso de entender, pero estoy seguro de que todos ustedes saben lo que significa en su esencia. ¿Sabes aquellas "bolitas" musculares que conseguimos sentir cuando palpamos ciertos lugares que más tensiones, como la parte superior del trapecio, por ejemplo? ¿Sentimos dolor cuando la palpamos no es? Esto mismo, estos son los llamados puntos-gatillo.

¿Qué son y cómo suceden??

Los puntos-gatillo miofasciales ("mio" vienen de músculo y "fasciales" vienen de fascia, que es una especie de membrana que recubre todos los músculos.) Son puntos hipersensibles de dolor con nódulos palpables, presentes en cierta extensión muscular, el dolor ocurre bajo la presión digital o espontáneamente, pudiendo o no ocurrir irradiación. Estos puntos se encuentran en bandas tensas, que son grupos de fibras musculares contraídas a lo largo del músculo.

Las condiciones que pueden generar estos puntos-gatillos son traumas musculares (estiramiento / acortamiento excesivos, movimientos repetitivos, movimientos bruscos y excesivamente rápidos, caídas), isquemia (falta de oxigenación muscular), inflamación, sobrecarga funcional, estrés emocional, deficiencias nutricionales, alteraciones las postura, así como las tensiones del día a día.

Pueden ser clasificados en activos e inactivos. En los activos el dolor es causado por compresión local e incluso en reposo, o al efectuar el movimiento. El dolor es constante, y puede incapacitar el músculo alcanzado; En los inactivos el dolor ocurre sólo cuando hay presión local, pero puede traer las mismas consecuencias funcionales que el activo.

¿Cómo se manifiestan en nuestro cuerpo y de qué forma es perjudicial?

El músculo alcanzado por los puntos-gatillo presenta fatiga, tensión, debilidad y espasmos (contracción muscular involuntaria, ocurre generalmente acompañando el dolor, formando el ciclo dolor-espasmo-dolor, común en lesiones musculares) y contracción dolorosa.

Se produce una pérdida de fuerza, por la disminución de la contractilidad relacionada; la pérdida de flexibilidad, que va a generar la disminución de la amplitud de movimiento, o sea, posibilidad de producir la angulación máxima de una articulación relacionada al músculo lesionado, lo que también afecta a la propriocepción, que es la capacidad de orientación espacial y sensibilidad de cada parte de nuestro cuerpo, en esta región, impidiendo que esas informaciones sean obtenidas correctamente por el segmento lesionado, lo que puede traer nuevas lesiones al local.

Los lugares más afectados son: región cervical, dorsal alta (trapecio), hombro, región interescapular (entre las escápulas), lumbar y glúteos. En los otros lugares no son tan comunes, pero sí puede ser encontrado en todas partes del cuerpo.

Síndrome doloroso miofascial

Los puntos de gatillo pueden estar asociados al síndrome doloroso miofascial, que también se conoce como dolor miofascial crónico. Se caracteriza por la presencia de puntos-gatillo, contractura muscular, y dolor referido. Afecta los músculos, las fascias, los tendones, y los ligamentos. Puede ocurrir tanto en sólo un músculo, como puede abarcar otros, el dolor puede ser moderado o intenso, y acompaña fatiga local y rigidez.

El dolor generalmente comienza súbitamente y empeora con actividades y esfuerzos. Los acometidos pueden tener cuadros de depresión y alteraciones comportamentales, además de otras consecuencias que varían con el lugar que se alcanza. Las causas, manifestaciones y tratamiento concuerdan con las del punto-gatillo.

tratamiento

Según Maurício (2007), el tratamiento puede dividirse en tres fases:

  1. Inactivación del punto-gatillo: que se realiza por inyección de anestesia o solución fisiológica salina, acompañada de estiramiento y calor. O con terapias manuales, como: presión de los puntos-gatillo, fricción profunda y estiramiento del músculo.
  2. Rehabilitación muscular: la recuperación de la amplitud de movimiento, y el fortalecimiento muscular, a través de estiramientos, analgesia (utilizando aparatos electroestimuladores), reeducación postural, acupuntura, aplicación de calor y cinesioterapia, que es la terapia con movimientos que hará posible el fortalecimiento.
  3. Eliminación preventiva de factores perpetuantes: que nada más es que la educación del paciente sobre la prevención, y cómo actuar en caso de que ocurran nuevas crisis. Actúa en la parte psicológica del paciente.]

prevención

No es fácil prevenir la aparición de estos puntos, ya que pueden surgir en diversas partes del cuerpo, pero existen algunos elementos que auxilian el mejor funcionamiento de la musculatura en general, siendo así, haciendo menor la posibilidad de obtención de los puntos-gatillo.

Son ellos: mejora y mantenimiento de la postura, tanto en el trabajo, como en casa, incluso en el piso, es necesaria nuestra observación en relación al posicionamiento correcto; La práctica regular de ejercicio también es importantísima, incluso por cuestión de relajación corporal, y de esa forma el movimiento global de nuestro cuerpo, no dejando nada estático, librándonos de los temidos "nosotros" de tensión; Flexibilidad, es una de las consecuencias causadas por esos puntos, entonces teniendo ella en día, practicando estiramientos, queda más difícil su presencia; además, tener un control emocional y nutricional hace toda la diferencia.

Vimos que este problema no es tan simple, ¿no es así? Este tema va de puntos de tensión del día a día, los famosos "nosotros" musculares, que sólo generan dolor si aplicamos presión local, hasta un síndrome doloroso, que puede ser más generalizado. Entonces, vamos a aprovechar el ahora y empezar a adaptarse a las necesidades de nuestro cuerpo.

referencia:
Y en el caso de las mujeres. Intervención fisioterapéutica en el síndrome doloroso miofascial. Paraná, 2007.