Este mineral puede ayudar significativamente a quien desea ganar masa muscular. Los estudios vienen demostrando que el sulfato de vanadio realza los mismos procesos anabólicos controlados por la insulina.

Al igual que la testosterona, la hormona del crecimiento y la hormona tiroidea, la insulina es un poderoso agente anabólico.

El sulfato de vanadio copia los efectos de la insulina provocando la conducción de la glucosa y de los otros aminoácidos dentro de la célula en un grado mayor de lo que normalmente ocurrirá sin la utilización del sulfato de vanadio. Esto crea un ambiente anabólico perfecto para el crecimiento del músculo que acaba de entrenar, haciéndolo más denso y voluminoso.

La dosis recomendada de sulfato de vanadio es de 30 a 45 mg al día dividida en 3 o 4 administraciones diarias después de las comidas para evitar trastornos intestinales e hipoglucemia. Las sobredosis son tóxicas y ocasionan, entre otros efectos colaterales, trastornos gastrointestinales y coloración verde - azulada de la lengua.

Todavía, parece mejor ciclar su uso, 8 semanas de administración y 2 semanas de intervalo. Este producto puede provocar efectos colaterales (mencionado anteriormente), consulte a su médico antes de usarlo.