El entrenamiento en isometría no es de los más eficientes para la hipertrofia ni para el aumento de la fuerza. Sin embargo, en algunas situaciones, es necesario entender sus respuestas fisiológicas!


Cuando pensamos en métodos de entrenamiento, siempre es importante establecer algunos parámetros para juzgarlos. No existe un método que sea de un todo mal o que sea óptimo para cualquier contexto. Esto hace que tengamos mucho más facilidad en entender los beneficios y limitaciones de cada uno. El entrenamiento en isometría, por ejemplo, es muy poco eficiente para quien busca aumento de fuerza o hipertrofia. Sin embargo, puede ser muy útil en situaciones de rehabilitación, cuando el movimiento está comprometido, o aún, para la mejora del desempeño en determinadas situaciones.

En este sentido, comprender de qué manera el entrenamiento en isometría actúa en los mecanismos fisiológicos es fundamental!

Entrenamiento isométrico y sus respuestas fisiológicas

El entrenamiento isométrico se compone básicamente por contracciones donde el músculo no sufre ningún acortamiento y se mantiene así durante todo el ejercicio. Con eso, la capacidad contráctil es menos solicitada y en general, tenemos menos microlesiones teciduales adaptativas.

Es importante, sin embargo, subrayar que eso de ninguna manera significa que este método de entrenamiento no nos trae ningún beneficio. Hay muchas investigaciones que muestran los beneficios del entrenamiento en isometría para la mejora de la fuerza.

Frontera y colaboradores (1990), demostraron en su estudio que el entrenamiento isométrico aumentó la fuerza muscular en un 26% en hombres jóvenes. Otros estudios llegaron a resultados parecidos.

En general, como nos muestra Angleri (2015), el entrenamiento isométrico produce algunos efectos muy específicos en términos de fisiología. El primero de ellos es el aumento de la presión arterial, que justamente por la compresión de los vasos sanguíneos por los músculos, tiende a aumentar. Esto no significa algo necesariamente mal, pues así como los métodos tradicionales, también hay un aumento. Sin embargo, en datos casos, en el entrenamiento isométrico esto puede ser más acentuado. En general, se indica que las personas hipertensas tienen algún cuidado con este tipo de entrenamiento, pues puede ser perjudicial en el cuadro total.

Además, en términos respiratorios, el entrenamiento isométrico tiende a aumentar la necesidad de ventilación, de manera más acentuada que el entrenamiento isotónico (dinámico). Por eso, hay una necesidad mayor de intervalos recuperativos un poco más largos durante las series. Es lógico, esta es una variable de control para la intensidad.

En términos musculares Carral y Fed (2001), han demostrado que el tiempo de contracción isométrica cuando se mantiene durante entre 5 y 15 segundos utiliza directamente el sistema ATP-CP. Esta es una característica bastante interesante para el aumento de la fuerza máxima. En términos bioenergéticos, el entrenamiento isométrico en la mayoría de los casos se encuadra en anaeróbico alático (sin la producción de lactato). Este es uno de los motivos para que no sea el más eficiente para la hipertrofia.

Pero como ya mencionamos, el entrenamiento isométrico es muy interesante para ciertas finalidades. Vea ahora algunas de las aplicaciones más importantes para el entrenamiento isométrico!

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Entrenamiento isométrico, principales aplicaciones

En general, hay algunas situaciones específicas donde el entrenamiento isométrico es bastante interesante. La primera de ellas ni es en el entrenamiento en sí, sino en la fisioterapia, a través de la rehabilitación. Como en ciertos casos, no existe la posibilidad de movimiento, la isometría es una manera de mantener y aumentar el tono muscular. Los casos de lesiones o de recuperación de alguna cirugía son los más comunes en estos casos.

Incluso después de la fase más aguda de tratamiento, es posible optar por el entrenamiento isométrico para la continuación del entrenamiento. Principalmente en la fase inicial, es muy común alternar movimientos isométricos con dinámicos, para promover la mejora de la fuerza y ​​el tono. Con el tiempo, pasara a dar más prioridad a los movimientos dinámicos, por ser más funcionales.

En deportes, tenemos muchas situaciones en que la isometría es requerida. Luchas, por ejemplo, necesitan una constante posición de guardia, que a menudo es isométrica. En este sentido, el entrenamiento en isometría puede ser muy interesante y específico para aquella determinada situación.

No importa el método de entrenamiento, él siempre tendrá situaciones específicas donde pueda ser mejor empleado. Por eso, es importante que no seamos fanáticos con algunos métodos o personas que los defienden. Siempre hay algunos "poros" a ser levantados! Buenos entrenamientos!