El tema de los cólicos es algo común en el mundo de la maternidad. Después de todo, quien ya no pasó una noche en claro con su hijo llorando de dolor y parece que nada resuelve y alivia. Los cólicos abdominales generan una incomodidad muy grande, que hace que los bebés encogan sus piernas de tanto dolor, buscando una forma de pasar. En gran parte de los casos, estos cólicos abdominales son generados por el paso de aire por el intestino, también conocido como los famosos gases. Al pasar por el intestino se expande y acciona los receptores de dolores en el cerebro y sólo desaparece cuando son eliminados totalmente, a través de los "puns". Pero no siempre los dolores intensos en el abdomen son cólicos y pueden encuadrarse en un problema llamado invaginación intestinal, usted sabía?

La invaginación intestinal es una ocurrencia prácticamente desconocida entre los padres y desgraciadamente sólo descubren cuando se enfrentan al diagnóstico en las manos. Se señala como la causa más frecuente de obstrucción intestinal en bebés de 3 meses a 3 años de vida, siendo más frecuente en niños que en las niñas. La invaginación intestinal es apuntada como una anomalía del intestino, donde una pequeña parte de él comienza a ser empujada hacia dentro de la parte interna como si fuera el dedo de un guante trasero del revés. Con eso las paredes del intestino quedan apretadas imposibilitando el paso de las heces y de los gases, generando dolores intensos en el abdomen.

Los síntomas de la invaginación intestinal se extienden hacia los vómitos, cierta calma momentánea del bebé que parece que mejoró y en algunos casos la aparición de sangre en las heces, también descrita por los médicos como "jalea de fresa". La aparición de este moco con sangre apunta agravación del cuadro y debe recibir urgencia quirúrgica para que no lleve la necrosis intestinal.

Cómo Diagnosticar y Tratar la Invaginación Intestinal?

A través de una sonda nasogástrica se inserta en el intestino a través del ano, donde se inyecta agua, aire y material para contraste para que el intestino vuelva a su lugar. Todo el procedimiento es controlado y acompañado por ultrasonido o radiografía. Si no es posible la reversión de la invaginación intestinal a través de este procedimiento, es necesaria la intervención quirúrgica donde la parte afectada del intestino debe ser removida.

Desafortunadamente no existen formas de prevención para la invaginación intestinal, ya que se trata de una patología imprevisible. Apuntado como principal causa de la enfermedad la presencia de tumores en las paredes del intestino, que terminan siendo tirados por el movimiento natural de expulsión del intestino. En la fase adulta, la invaginación intestinal es prácticamente nula, ocurre en torno a apenas el 1% de los casos y cuando ocurre esto relacionada con tumores malignos o demás alteraciones patológicas. El postquirúrgico de reparación de la invaginación intestinal se considera tranquilo. Puede ocurrir dolores e incómodos abdominales debido a la intervención, pero será recomendado por el especialista medicamento para amenizar la incomodidad hasta la completa cicatrización.

Ver también: Cólicos en Bebé! Que hacer?

Foto: TaniaVdb, el Dr. Sharon Pruitt