Cuando hablamos de cuidados con nuestros hijos, el asunto parece ser infinito. Son tantas las cosas a ser pensadas y hechas que a veces tenemos la impresión de que nunca vamos a tener control completo sobre todo lo que los rodea. Esto puede incluso ser cierto en cierto nivel, pero tampoco quiere decir que nuestros hijos están en peligro porque no podemos pensar en todos los aspectos de su protección todo el tiempo.

Una de las dudas más comunes entre madres y padres es sobre los efectos de la radiación de la radiografía en bebés y niños. Después de todo, ¿hasta qué punto puede beneficiarse o perjudicar? ¿Hay alternativas? Para entender mejor esto, primero debemos entender lo que es la radiografía.

Cómo funciona la radiografía?

El examen llamado de radiografía libera un tipo de luz especial, los llamados rayos X que acaban siendo absorbidos por la parte del cuerpo que está expuesta a esa luz y siendo capturada en un tipo especial de película que revela el lugar donde esos rayos fueron absorbidos.

Los exámenes de radiografía se utilizan comúnmente para analizar fracturas en diversas partes del cuerpo, pues con él los huesos son fácilmente capturados y es posible ver con precisión si hay alguna anomalía. En algunos órganos como el pulmón, por ejemplo, también es posible identificar si hay alguna anomalía o enfermedad a través de ese tipo de examen.

Hay algunas variaciones de la radiografía, que fue descubierto por el físico alemán Wilhelm Conrad Röntgen a principios del siglo pasado. Sin embargo, el tiempo medio para tomar uno hoy es de 10 a 15 minutos, lo que es bastante rápido, considerando la eficiencia y también en comparación con otros exámenes como la tomografía, por ejemplo.

Dependiendo del lugar donde se realiza el examen, se recomienda que el paciente quita la ropa o incluso asesores como pendientes y piercing, pues algunos tipos de botones y objetos pueden bloquear los rayos e imposibilitar la imagen.

Efectos de la radiografía

Muchas personas no saben, pero nosotros estamos expuestos a la radiación todos los días, claro que en un nivel muy inferior a los de una máquina de rayos X, pero es importante saber esa información para que dejemos de lado el mito de que estamos colocando en nuestros cuerpos algo venenoso o cancerígeno.

Esto vale tanto para los adultos como para la radiación de la radiografía en los bebés y los niños. Aún más con los avances de la tecnología que tenemos hoy en día, la cantidad de radiación que una la persona recibe a hacer un examen de ese tipo es muy pequeña, haciendo casi imposible que ocurra algún problema con el niño a causa del examen.

Cuando utilice la radiografía en niños?

Generalmente los exámenes de radiografía son pedidos por médicos en situaciones en que hay necesidad de una análisis más profundo de alguna parte del cuerpo, como para comprobar si hay daño en determinado hueso o si el pulmón está lleno de catarro, por ejemplo.

Es claro que hay situaciones donde otro tipo de examen es necesario, como el ultrasonido o la tomografía, pero el examen radiológico es el más común pedido por médicos. Al tomar esas situaciones, no hay por qué realizar ese tipo de examen, porque es muy difícil que se realice sin una guía médica.

Cuando Puede hacer mal?

Los expertos afirman que lo más seguro es que una persona haga un máximo de 5 exámenes radiológicos al año. El número para los bebés puede caer un poco, aunque no existe una concordancia exacta sobre eso.

El mayor riesgo que la radiografía puede ofrecer es para las mujeres embarazadas, porque la radiación liberada puede causar daño al feto, haciendo que nazca con malformaciones o incluso algunas enfermedades. Sin embargo, aunque este riesgo exista, es algo raro que suceda y la recomendación se hace sólo por precaución.

Tira tus dudas con el médico

Exámenes como este pueden generar muchas dudas y preocupaciones en madres y padres. Esto es muy normal e incluso sano, ya que la salud de su hijo puede estar en juego. Pero para que esas dudas sean totalmente aclaradas y te quedas más tranquila sobre las cuestiones sobre la radiación de la radiografía en bebés y niños y afines, lo mejor que hay que hacer es buscar a un médico y tomar todas las dudas que usted tenga.

De esta manera usted va a alejar cualquier mito o superstición que pueda impedirle hacer lo que es mejor para la salud de su hijo.

Uno de los principales consejos que podemos dar sobre la radiación del rayo-x en bebés y niños y sobre todo sobre la preocupación de los padres frente al asunto, es sacar todas las dudas con el médico del niño. Él va a saber explicar exactamente lo que puede o no hacer mal, así que usted sabrá exactamente cómo actuar y qué hacer o no.

Los temas como la radiación del rayo-x en los bebés y los niños pueden ser complejos y llenos de dudas, pero lo mejor que hay que hacer sin dudas es intentar obtener el máximo de conocimiento para que los miedos no acaben con usted..

Es importante saber que hay muchos mitos sobre los peligros no sólo de la radiografía, sino de varias otras cosas que involucra la salud de los niños o exámenes. Mitos que no siempre se muestran verdades y que pueden entorpecer ciertos tratamientos.

Por eso el consejo es ser un tanto escéptico cuanto al asunto y siempre buscar al máximo para que tengas confianza. Y, por supuesto, converse con un médico sobre todas sus dudas, pues el profesional puede calmarte y darle confianza para que usted trate a su hijo siempre de la manera más correcta.

Ver también: Rayo X en el Embarazo y sus Riesgos
Foto: Andersonvr