La gran mayoría de los corredores ven en las pruebas de larga distancia como la realización de un sueño, un objetivo a ser alcanzado. Pero esto tiene que ser visto con cautela, por los riesgos que impone la salud.

La trayectoria es bastante común: la persona sale del sedentarismo y empieza a caminar. Algunos minutos de práctica y ella ya está cansada. Con perseverancia esta persona comienza a caminar por largos períodos de tiempo más fácilmente. Como nos movemos el desafío, esta persona comienza a correr. Si esta persona es mordida por el "animalito de la carrera" como dicen los practicantes, la tendencia es aumentar cada vez más las distancias recorridas. De 5 km a 10, después a 21, después a 30, a 42 y el que más surja. Pero las carreras extremas, con grandes distancias, son seguras para el cuerpo? ¿No existen riesgos para la salud??

Hace mucho tiempo que la ciencia viene estudiando los efectos de la práctica, principalmente por la incidencia de muertes súbitas en pruebas de larga distancia. Las razones pueden ser variadas, pero la ciencia busca desentrañar un umbral de seguridad para este tipo de prueba. Vea algunos de los estudios que ya se han hecho en este sentido.

Riesgos de las carreras extremas, estudios científicos

Hay innumerables estudios hechos con atletas que corren maratones y ultramaratones, que buscaron entender los efectos de estas actividades extenuantes en nuestro organismo. En este sentido, uno de los estudios más significativos del área fue realizado por la Universidad Laval, situada en Canadá. En esta investigación, los científicos examinaron 20 corredores aficionados, que eran considerados sanos, 4 semanas antes y 48 horas después de una maratón. Para este estudio se realizaron pruebas de esfuerzo, de sangre y una resonancia magnética.

Tanto los exámenes realizados en la preparación para la prueba, como los hechos después de la carrera, mostraron cambios significativos en el bombeo de la sangre y también en los niveles de oxigenación del corazón. Además, se han encontrado microlesiones e hinchazón en este órgano. Sin embargo, los resultados más alarmantes se quedaron para las personas con menores índices de absorción de oxígeno, hecho por la prueba de VO2 máximo, donde los resultados mostraron aún más daños a estos atletas.

Otro estudio, realizado en noviembre de 2006, por la revista médica Circulation, buscó determinar cuál era la asociación entre deportes de resistencia, como las maratones, con señales de lesión en el músculo cardíaco. Para este estudio, se analizaron unos 60 participantes del Maratón de Boston, antes y después de la prueba. Todos los analizados completaron la prueba de modo considerado satisfactorio y no presentar ningún signo o síntoma que representara la necesidad de atención médica. De estos corredores evaluados, el 40% de ellos presentó elevaciones en la concentración sanguínea de Troponina T cardiaca, lo que hizo evidente una lesión en el músculo cardíaco, además de alteraciones encontradas en exámenes de ecocardiografía.

El dato que más llama la atención en este estudio es el hecho de que estas alteraciones citadas ocurrieron en mayor grado en atletas que presentaban un volumen de entrenamiento semanal inferior a 56 kilómetros, principalmente en los meses que antecedían al maratón. Existen otros estudios similares que demuestran que estas alteraciones pueden ser transitorias, por lo que el cuerpo vuelve a niveles considerados normales en un período de cuatro semanas. Sin embargo, ni uno de estos estudios logró comprobarlo a gran escala.

Lo que estamos seguros es que las pruebas de larga duración causan algunos daños al tejido cardíaco. En el caso de que el maratón necesita una preparación muy bien hecha, con un entrenador competente, acompañamiento de un médico cardiólogo, nutricionista y nutricionista, en algunos casos hasta psicólogo. Muchas personas del área dicen que el umbral de seguridad para la gran mayoría de los corredores está en torno a los 30 km, ya que es en esta franja de la prueba que ocurren las paradas y el famoso "paredón" donde el corredor ya no puede proseguir en la prueba, como si hubiera una pared sosteniéndola. Lo que tenemos hoy, es que estas pruebas deben ser hechas con cuidado y no están indicadas para personas sin experiencia o sin un entrenamiento adecuado. Esto es porque después de cierta distancia, cada kilómetro se convierte en una conquista, o un riesgo más. Buenos entrenamientos!