Si hay una situación que es el temor de los padres y el niño no debería pasar por ella es tener APLV o alergia a la proteína de la leche de vaca. A pesar de ser un problema aterrador que afecta directamente a la alimentación de los pequeños, el problema viene siendo diagnosticado en torno al 7% de los niños, principalmente en los primeros meses de vida.

En los primeros meses es común que ocurra el problema debido a la inmadurez del aparato digestivo además de la baja inmunidad del organismo, que facilitan el desarrollo de la APLV. La conclusión del diagnóstico debe ser realizada por un especialista que analizará con cuidado el caso antes de solicitar el tratamiento que es tan radical, donde es necesaria la retirada total de la leche de vaca y sus derivados de la alimentación del bebé o niño.

En el caso de bebés hasta 6 meses de vida y que deben recibir lactancia exclusiva, la retirada de la leche de vaca y sus derivados deben ocurrir a través de la madre, que deberá cortar de su menú alimentar a todo alimento que tenga leche de vaca en su composición para que no pase al bebé a través de la leche materna.

Al principio es una tarea complicada, pues gran parte de los alimentos consumidos por nosotros humanos tienen en su composición la leche de vaca. La mantequilla, el yogurt, los pasteles, las galletas, las galletas, todos necesitan leche en sus recetas, además de algunos productos que no sirven para la ingestión, pero se utilizan diariamente como el caso de algunos jabones e incluso los cosméticos.

Una de las tareas que será necesaria a partir del descubrimiento del APLV es leer las etiquetas de todos los productos que vaya a entrar en su casa. La verificación de la composición es de extrema importancia y debe ser advertida que no siempre la leche viene indicada por su nombre propio, pudiendo ser citado como:

  • caseinato
  • lactato
  • Chantilly
  • Crema de leche
  • crema
  • Suero de leche
  • Fermento Lácteo

Otros nombres como lactulona, ​​lactulosa, caseína hidrolizada, leche, la cuajada, la grasa de la mantequilla, el aceite de mantequilla y el compuesto lácteo se pueden encontrar refiriéndose a la composición de leche en el producto. Lamentablemente, las empresas no están obligadas a informar la composición con el nombre específico para una fácil identificación del consumidor.

Síntomas de la Alergia de la Proteína de la Leche de la Vaca

En gran parte de los casos de niños que sufren de APLV, los síntomas son muy parecidos, los vómitos y las regurgitaciones que causan gran pérdida de nutrientes, falta de apetito y rasgos de sangre en las heces. Los síntomas pueden aparecer inmediatamente después del consumo o en minutos hasta 2 horas después de la ingestión.

Hay casos de alergia de la proteína de la leche de la vaca tardía, que puede comenzar a causar reacciones después de 48 horas del consumo hasta una semana después.Sintomas como signos en la piel y dificultad respiratoria también son evidencias de una posible APLV y deben ser investigados minuciosamente, ya que puede ser síntomas de otras alergias, incluso de una intoxicación alimentaria.

Cuadro de diarrea, estreñimiento y presencia de sangre en las heces junto con la tos crónica y los dolores abdominales son los signos más comunes del caso y están presentes en el 99% de los casos. La pérdida de peso, anorexia e irritabilidad ocurren en algunos casos aislados.

El diagnóstico deberá seguir a través de la suspensión de todos los alimentos que contengan proteína de la leche de vaca, siguiendo para pruebas cutáneas que servirán para la investigación más detallada, siendo la prueba de lgE una de las opciones de exámenes a ser solicitados.

El tratamiento deberá realizarse mediante la sustitución total de la leche de vaca por fórmulas de hidrolizado proteico o fórmulas que contengan soja. Para los niños mayores, la sustitución puede ser hecha por leche de cabra, leche de arroz, soja y otras opciones disponibles para niños intolerantes a la proteína de la leche, incluso las leches a base de aminoácidos libres.

Recordando que APLV e intolerancia a la lactosa son problemas distintos, aunque ambas ocurran debido al consumo de leche de vaca. La APLV es cuando ocurre una alergia causada por las proteínas de la leche, ya la intolerancia a la lactosa es cuando el organismo no puede digerir productos que contengan leche.

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Fotos: Russell James Smith, camille habib