Ser madre es uno de los mayores sueños de la mayoría de las mujeres, pero en ese sueño existen los momentos no tan agradables así y no siempre sabemos lidiar con ciertas situaciones. Una de ellas es la fase de las rabietas, y si no sabemos cómo lidiar con ellas será con certeza momentos de mucha vergüenza y estrés, principalmente en locales públicos y casas de familiares y amigos.

ordinariamente las rabietas se producen de forma inesperada, en un momento están jugando de forma divertida dando carcajadas cuando de repente el niño cisma que quiere usar el juguete que usted está en la mano, ya los gritos, gritos y muy chilique quiere decirte y mostrar eso.

Generalmente los niños en la fase de 1 a 3 años es verdaderos craques en el arte de hacer barrios, pero no creas que esta creando un niño mal educado y sin límites, pues normalmente esos shows están ligados a la dificultad del niño en expresarse y de no saber lidiar con la frustración o con el NO. Lo que los expertos en comportamiento infantil piden a los padres es que estimulen al niño a decir lo que esta sintiendo, cuando ocurren ataques de birra, intente explicar por qué él está sintiendo aquello en ese determinado momento, eso hará que empiece a reconocer sus sentimientos, cuando esta triste , nervioso, feliz y emocionado.

Cómo actuar en el momento de las Birras?

Lo esencial para aprender a manejar este momento es mantener la calma, algunos expertos aconsejan a los padres mantenerse al lado del niño hasta que se calme, otros creen que la mejor forma es salir de cerca y dejarlo solo y mostrar que las rabietas no causaron el efecto esperado. Pero ¿es que si usted lo deja solo, no se sentirá abandonado en un momento de esos de explosión de sentimiento? Pero la forma ideal para lidiar con las rabietas de su hijo, usted sabrá actuar, pues usted conoce a su hijo mejor que nadie, lo único que debe seguir rigurosamente es mantener la calma bajo cualquier circunstancia.

Lo que los los padres jamás deben hacer es acabar cediendo a las exigencias del niño y en vez de enseñar que no deben hacer y no será de esa manera que lograrán expresarse y conseguir las cosas con nosotros, sólo confirmarán que están haciendo lo correcto y las harán cada vez más autoritarias. Si se mantiene firme, no grite y haga que el niño se calme durante la crisis de rabietas, ni que sea para agarrarla en el cuello y no decir ninguna palabra pues en el momento de explosión el niño no escuchará ninguna palabra si quiere.

Después de la explosión, cuando el niño esté más tranquilo explique que de esa manera no conseguirá lo que quiere y no cambiará en nada la situación. niños deben aprender a lidiar con situaciones contrarias, aprender a lidiar con la palabra no y acostumbrarse que no pueden tener todo lo que quieren en el momento que quieren. Cuando las situaciones lleguen al extremo, trate de colocar al niño de castigo haciéndola pensar en lo que hizo y en cómo se comportó. Dejando de pensamiento, ella verá que cada acción de ella tendrá una consecuencia y comenzará a pensar antes de hacer otra vez.

La orientadora infantil Super Nanny aconseja que sea dejando 1 minuto para cada año del niño. Si el niño tiene 2 años, deje 2 minutos pensando en lo que hizo, puede ser suficiente para el niño que no puede quedarse tanto tiempo sentado. Pero también nosotros los padres tenemos que protegernos si no estamos diciendo muchos no a nuestros hijos e imponiendo muchas reglas y forzando muchas situaciones, esas situaciones al extremo pueden causar estrés en el niño, y cuando escuchan algunas de las imposiciones acaban "estallando" haciendo las barritas, Por lo tanto, también debemos considerar nuestras exigencias.

Otro problema muy común de ocurrir, son niños que debido a problemas familiares, ya sea con los padres o con cualquier pariente cercano muy apegado pueden empezar a tener crisis de rabietas por estrés, creyendo que de alguna forma estarán llamando la atención o incluso "gritando" por atención. En general, en crisis de matrimonio, los padres se enfocan en resolver las cuestiones a dos, discutir la relación que acaban "dejando" al niño a un lado, y esa no sólo siente ese alejamiento como presencia toda la situación.

Si acaso tu hijo ya tiene más de 3 años y continúa con las rabietas, tal vez esté a la hora de conversar con el pediatra y solicitar un encaminamiento a un especialista. De esta forma usted estará acompañada con quien comprobará si existe alguno problema físico o psicológico y cómo manejar el comportamiento de su hijo.

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Foto: Bethany King, Christine Szeto