Uno de los mayores beneficios que se puede propiciar a la salud es la práctica de ejercicios físicos, y uno de los que más traen beneficios al cuerpo es la culturismo. Primordialmente y, primariamente reclutados especialmente por hombres, desde los primordios, poco a poco se fue percibiendo cuánto podría ser útil, eficaz y, por hora atractiva y conveniente al público femenino. Así, cada vez más las mujeres se han insertado en medio de los deportes, ya sean competitivos o recreativos, generando, por consiguiente, beneficios a la salud y también al ámbito social-deportivo. Uno de estos beneficios es musculación en el embarazo y hoy conocer mejor cómo debe ser realizado y por qué usted debe continuar la academia en el período de gestación.

Los beneficios se asocian con diferentes situaciones que no sólo la mujer, sino que el ser humano por un todo pasa: La fase infanto-juvenil, la fase de la adolescencia, la fase adulta, la mediana edad y, por supuesto, la tercera edad , la cual viene ampliamente siendo estimulada a tales prácticas. Sin embargo, si se trata de una de las situaciones que sólo la mujer puede pasar, o sea,, el embarazo, ¿es que podemos considerar la musculación, así como sus diferentes intensidades algo que se debe hacer? ¿Se necesitan protocolos diferentes o, el mejor protocolo es el de dar solamente atención al feto? ¿La práctica de actividades físicas en alta intensidad, perjudica o auxilia en el embarazo? Estas son preguntas que pretendemos responder en este artículo.!

Como sabemos, uno de los muchos factores que diferencian a las mujeres de los hombres es la capacidad de la gestación, es decir, durante un determinado período de tiempo, la madre es la principal responsable de la generación de una próxima vida de su misma especie. En ese período, factores innumerables cambian en su vida: Los emocionales, los fisiológicos (hormonales, metabólicos, en el sistema cardiovascular, etc.) y, por supuesto, los físicos también. Los cambios, a pesar de ocurrir poco a poco, ocurren a una velocidad muy grande comparada a su estado natural, haciendo que el acto de generar ejerza gran impacto en su vida.

Cuando miramos las más diferentes especies animales por el mundo, observamos que, normalmente, durante la gestación, esas especies no tienen la característica de reducir sus actividades normales normales. Por ejemplo, una leona va a cazar, una ballena nadará y así sucesivamente. Obviamente, esto ejerce cierta influencia positiva o no en la gestación, a depender de qué hecho nos estamos refiriendo. Sin embargo, si se trata de la complejidad que implica el embarazo humano, debería la madre, como muchas veces (principalmente por los conceptos de los más antiguos) estar en otro estadio de vida, o sea, reducir o probar sus funciones sean físicas, emocionales o fisiológicas ? Obviamente, en algunos aspectos sí, en otros no.

Es indiscutible que una La madre en gestación debe evitar situaciones de estrés (principalmente si éste es continuo), debe evitar situaciones de esfuerzo extremo, situaciones que involucren pavor, sustos y miedos y otras tantas. Pero, y ante la musculación? ¿Podríamos, de alguna manera influenciar positivamente o negativamente en la gestación, tanto en aspectos relacionados con la madre, como en aspectos relacionados al ser que está siendo generado?

Mucho se habla sobre la práctica de la musculación en el embarazo como algo que no se debe hacer, aún más si es de alta intensidad. Sin embargo, observando casos, por ejemplo, de atletas que acaban por descubrir su gestación en el séptimo mes, casi a punto dar a luz en una cancha de voleibol o de baloncesto, por ejemplo, y tiene sus hijos sanos, podría ser una regla aplicable a cualquier individuo?

Estudios realizados en la década de 80 por Collings et al.., posteriormente en la década de los 90 por Clapp y McMurray et al.., muestran que la musculación moderada no es perjudicial en el embarazo, pero seguro, no causando perjuicios al feto. Estos segundos estudios muestran que la capacidad de VO2max puede incrementarse en la gestación con la práctica moderada de las actividades físicas. Pero, eso, refiriéndose exclusivamente a futuras madres que inician su trabajo con ejercicios durante el embarazo.

Sin embargo, tratándose de individuos que ya poseen el hábito de la musculación o incluso que son atletas de alto rendimiento, algunos factores deben ser observados. Estudios realizados en 2005 por kardel, , muestran que, durante 19 semanas, mujeres ya practicantes de actividades físicas, embarazadas, fueron divididas en grupos que uno de ellos era sometido a ejercicios de alta intensidad y, la otra mitad a ejercicios de media intensidad, contrapuestos al final con un tercer grupo, que no realizó actividades físicas.

Los tipos de ejercicios proporcionados fueron ejercicios resistidos con peso (musculación), entrenamiento intervalado aeróbico y, entrenamiento aeróbico de resistencia. Así, por fin, los resultados obtenidos se realizaron en las semanas 17, 30 y 36 de gestación, y en las semanas 6 y 12 después del parto. la resultados obtenidos son sorprendentes: En ambos grupos, hubo un aumento en la resistencia cardiaca, obviamente siendo significativamente mayor en el grupo de ejercicios de alta intensidad. La producción de ácido láctico, así como la fatiga debido a este factor no tendió a ser mayor en ambos grupos, haciendo que la práctica de ejercicios no se tornara algo necesariamente estafante, por el hecho del embarazo. Cuando se comparó con el grupo de mujeres que no practicaron actividades físicas aún, el consumo de oxígeno máximo de esas, después del parto era mayor. Por otro lado, debido a grandes cambios que ocurren en el sistema cardiovascular durante la gestación, como ya se mencionó, la musculación, principalmente de alta intensidad, hace que la capacidad cardíaca sea mayor, durante y después de la gestación.

Como muestran los estudios y, como bien podemos imaginar, la naturaleza es muy sabia y los procesos evolutivos realmente ocurren, una vez que las condiciones de adaptación del cuerpo humano frente a diferentes situaciones y condiciones fisiológicas tiende a siempre suceder, no necesitando de bruscos protocolos de cambio, como, por ejemplo, el de no practicar actividades físicas en el embarazo o, comer más de lo que se debe en ese período, también.

Específicamente hablando de aspectos que relacionan la actividad física con el embarazo, es fácil y más comprensible hacer un enlace específicamente con la musculación, interconectando sus beneficios. Como bien sabemos, la musculación hoy en día se considera como uno de los deportes de mayor eficacia en diferentes objetivos y, principalmente, cuando bien seguida, orientada y ejecutada, es una de las modalidades que proporciona mayor seguridad a su practicante. Por ejemplo: Supongamos que una madre no practica actividades físicas y desea comenzarlas, preocupada por su salud y su bebé. La musculación, por no ejercer fuertes impactos articulares, impactos y choques físicos puede ser un camino mucho mejor que seguir, por ejemplo, que un deporte de contacto directo como el fútbol o el baloncesto, que fácilmente pueden generar un impacto o un impacto, un choque entre un individuo y otro. Imagínese si, por consiguiente, ese choque es en su región abdominal ... Y ese es sólo un ejemplo grueso ... Y no es la tonta que frecuentemente vemos el decir de que "la musculación es el cimiento de todas las modalidades", lo que es una verdad. Toda modalidad que requiera trabajo muscular puede ser mejorada con seguimientos del entrenamiento resistido, mejorando aspectos, tales como la coordinación neuromuscular, coordinación motora, resistencia muscular y, por hora cardiovascular también, aumento de fuerza, aumento de flexibilidad, aumento de agilidad. Por supuesto, cada uno de estos aspectos, siguiendo directrices de entrenamiento y nutrición adecuadas para tales.

la la musculación puede ayudar aún en el aumento de su flexibilidad, ya que, con el desarrollo del feto, es común una pequeña reducción de la misma, por el aumento de peso, por la probable acumulación de líquidos y otros factores. Además de esa flexibilidad, sus tendones articulaciones sufren un impacto mayor, visto ese aumento de peso, algo que, con la práctica de la musculación, puede ser amenizado.

La mujer que normalmente practica musculación durante el período de embarazo, generalmente tiene una buena alimentación, eso es, aunque ella no sea acompañada por un profesional de nutrición, ella busca alimentar de manera adecuada, evitando así excesos o déficit, una regulación hormonal optimizada, visto el gran cambio que hay en su cuerpo en ese período, una búsqueda natural por acompañamiento, además de médico, físico, etc.

Pero, obviamente, no podríamos decir que el ejercicio indiscriminado sea un buen camino a seguir. Es incontestable que las mujeres que son practicantes activas de actividades físicas, incluso a nivel competitivo, se mantengan en su práctica hasta cierto período de la gestación y, eso debe ser observado con bastante cautela. Sea de alta, media o, incluso baja intensidad, a necesidad primaria de una orientación médica, nutricional y, por supuesto, física, son más que indispensables, en la medida en que, eso no ayudará únicamente en la obtención de una práctica adecuada de ejercicios físicos, sino que también posibilite que el mismo sea realizado sin ningún daño o perjuicio a la salud de la madre y, lo más importante, a la salud de su niño.

conclusión:

Ante los innumerables aspectos que se han tenido en el pasado como erróneos, hoy se tiene la práctica del deporte no sólo como algo que no perjudique el período de gestación, pero que, incluso auxilie en ese proceso y en la salud de la madre durante y después de la gestación.

Sin embargo, se deben observar algunos factores como el tipo y la intensidad de la actividad física a ser practicada, la previa práctica o no de esos ejercicios y / o de esas modalidades antes del período de gestación y dar proseguimiento después del período de gestación también, haciendo con que así, no hay perdidas después de ese maravilloso tiempo.

Por lo tanto, busque siempre orientación (médica, nutricional, física, etc.), preferentemente, no sólo en la gestación, sino en cualquier período. En especial, recuerde que, la gestación es el período en que, si hay algo que deba ser en doble es su cautela y, principalmente su atención, pues, usted es responsable y privilegiada por tener la oportunidad de estar generando una vida más!

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Artículo escrito por Marcelo Sendon

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