Desafortunadamente, la compulsión alimentaria y la bulimia todavía son temas actuales y al parecer, no dejarán de ser tan temprano.


Algo que debería ser la base para nuestra supervivencia, puede llegar a ser un problema grave para la salud. La compulsión alimentaria y la bulimia son problemas actuales, que cada vez más preocupan a las autoridades y muestran una relación complicada que la gente tiene con la alimentación. Sea por presiones sociales o por desequilibrios existenciales, estas enfermedades pueden acabar con la vida de personas sanas y con mucho para vivir aún!

En general, tanto la bulimia como la compulsión alimentaria son enfermedades de origen psicológico, pero que obviamente actúan sobre toda la fisiología de nuestro cuerpo. De esta manera, como el Entrenamiento Maestro es mucho más que un sitio de fitness, vamos a levantar este tema, muchas veces olvidado en este medio!

Bulimia y compulsión alimentaria, lo que es eso?

El trastorno de la compulsión alimentaria periódica (TCAP) es una enfermedad de origen psicológico que se caracteriza por la ingestión de elevada y rápida de alimentos, en un período de tiempo que se delimita en hasta dos horas, teniendo una frecuencia de al menos dos días a la semana con un período mínimo de seis meses para que se diagnostique.

La bulimia nerviosa (BN) se produce cuando tenemos episodios recurrentes de compulsión alimentaria periódica, que son bastante similares a la de la compulsión alimentaria, en términos de cantidad y frecuencia. Sin embargo, para que sea diagnosticada la bulimia, tenemos que tener la presencia de algún comportamiento compensatorio, que generalmente ocurre con la autoinducción de vómitos, uso inapropiado de diuréticos, laxantes o enemas.

Además, la práctica de actividades físicas vigorosas en ayuno también es un cuadro bastante común en la bulimia nerviosa.

Es importante destacar que estas son enfermedades que al mismo tiempo son diferentes y próximas. En ambos casos, hay un completo descontrol con la cuestión de la alimentación. Como comer es un acto que involucra varios sentimientos, tanto la bulimia y la compulsión alimentaria se vuelven evidentes cuando un desequilibrio ya se hace evidente.

En este sentido, es muy importante que haya una observación más adecuada a los hábitos alimentarios en general y con la preocupación con el cuerpo. Estos pueden ofrecer fuertes indicios de estas dos enfermedades, que si se diagnostican antes de alcanzar grados más elevados, tiene un tratamiento facilitado.

Si traemos esta realidad al escenario de los gimnasios y parques en general, tenemos un cuadro aún más grave. Los practicantes de actividades físicas son los más afectados por estas enfermedades psicológicas.

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Compulsión alimenticia y bulimia, todo cuidado es poco!

En un estudio de Young y Anderson (2010), se encontraron índices alarmantes de síntomas de estas enfermedades. Un índice de 58% de individuos que eran practicantes asiduos de ejercicios físicos, presentaban algún tipo de respuesta a un sentimiento negativo, que siempre era desencadenado por un comportamiento alimentario desordenado.

Taranis y Meyer (2011), muestran que en las mujeres jóvenes, el aumento de la frecuencia de trastornos alimentarios está directamente relacionado con la práctica de ejercicios físicos hechos de manera compulsiva. Homan (2010) evaluó 231 mujeres y observó que aquellas que presentaban mayores preocupaciones e idealización de un físico magro, tenían mayor insatisfacción corporal y con ello, eran adeptas de dietas constantes y de ejercicios compulsivos.

La ciencia muestra y no tenemos cómo ir contra. Tanto la bulimia nerviosa como la compulsión alimentaria tienen relación directa con la práctica de ejercicios físicos. Si vamos a evaluar nuestro entorno, probablemente conocemos un buen número de personas que tienen compulsión por dieta y por entrenamiento. Es importante destacar que el comportamiento compulsivo tiene características específicas, como total descontrol al no poder realizar lo que creen correcto (en este caso entrenamiento y dieta).

Estos síntomas se vuelven más evidentes en atletas o aspirantes, un público que presenta aún más incidencia de problemas compulsivos relacionados con la alimentación y los entrenamientos.

Lo que queda claro es que cada vez más necesitamos cuidados. Entrenar y hacer dieta es sí muy importante, siempre y cuando no se convierta en una carga y mucho menos una compulsión. Por eso es muy importante mantener el control, evitar comportamientos muy radicales y no dejar que eso haga su vida menos placentera. Recuerde, el equilibrio aquí es la base para todo! Buenos entrenamientos!

referencias:
Taranis L, Meyer C. Asociaciones entre los componentes específicos de la compulsiva y los comportamientos de comportamiento y comportamientos jóvenes. Int J Eat Disord. 2011.
Homan K. Athletic-ideal y fino-ideal internalización los prospectivos predictores del cuerpo dissatisfaction, dieting, y compulsive exercise. Body Image. 2010.
Young KP, Anderson DA. Prevalencia y correlación de los ejercicios motivados por el impacto negativo. Int J Eat Disord. 2010;