Ver el resultado de un estudio de Mackenzie que analizó grupos de hombres que entrenaron con y sin el uso de esteroides anabolizantes.


Si existe un tema que es polémico en el mundo de la musculación, este asunto se refiere a los anabolizantes. Esto a causa de las complicaciones que pueden traer al cuerpo de quien los utiliza y principalmente por la gran exposición mediática, muchas veces sin la información correcta. Es muy importante resaltar que ni yo, ni el resto del equipo del Entrenamiento Maestro somos favorables al uso de esteroides anabólicos, por lo que este artículo tiene el único propósito de informar.

Los esteroides son una clase de hormonas esteroides que pueden ser naturales o sintéticas, que tienen como objetivo promover el crecimiento celular y su división, lo que va a resultar en el desarrollo de diversos tipos de tejidos, en especial el músculo y el hueso. Son sustancias que generalmente se derivan de la hormona sexual masculina, la testosterona, y pueden ser administradas principalmente por vía inyectable u oral. Es decir, tenemos que tener cuidado al hablar de anabolizantes de manera discriminada. Como mencionamos en este artículo (Pros y contras de la reposición de testosterona para hombres) la reposición hormonal de testosterona para hombres, también puede ser considerada como anabolizante. Por eso, el primer paso es perder un poco de los prejuicios sobre este asunto que es muy amplio.

Entrenamiento con y sin esteroides anabolizantes

Venir aquí a hablar que una persona que hace la administración de esteroides anabólicos tiene su entrenamiento y principalmente los resultados iguales a los de personas que no lo hacen, sería tontería. Es lógico que con la utilización de esteroides tenemos una mayor síntesis proteica, una mayor capacidad de contracción muscular y una capacidad regenerativa superior. Sin embargo, es bueno resaltar que todo esto a menudo tiene un precio, que en la gran mayoría de las veces puede ser muy alto.

En un estudio de Mackenzie (2009), tenemos una buena noción de cómo funciona la cuestión del uso de anabólicos. El investigador llevó a cerca de 40 hombres, que tenían un peso en parámetros normales, con edad que variaba de 19 a 40 años y que tenían experiencias anteriores con el entrenamiento resistido. Estos voluntarios se dividieron en 4 grupos:

Grupo 1: en este los voluntarios no hicieron ningún tipo de ejercicio, y no recibieron ningún tipo de esteroides o drogas. Eran los individuos naturales no haciendo musculación, o aún conocido como grupo control.

Grupo 2: Estos no hicieron ningún tipo de ejercicio, pero recibieron inyecciones semanales de 600 mg de enantato de testosterona. Este era el grupo de usuarios de drogas que no hicieron el entrenamiento resistido.

Grupo 3: estos hicieron ejercicios resistidos, pero no recibieron ninguna forma de esteroides o drogas. Eran el grupo de individuos naturales haciendo musculación.

Grupo 4: estos realizaron ejercicio, además de recibir inyecciones semanales de 600 mg de enantato de testosterona. Era el grupo de usuarios de drogas que hicieron musculación.

La cuestión de la alimentación, que se refiere a la ingesta de calorías, la ingesta de proteínas, la ingestión de nutrientes, se han normalizado de acuerdo con el peso corporal individual, y todas se han registrado, verificadas y ajustadas, según sea necesario. Los dos grupos que estaban realizando el entrenamiento resistido, (grupos 3 y 4), siguieron los mismos ejercicios supervisados, separados por semana.

De esta forma, con la excepción del hecho de que algunos grupos hicieron o no el entrenamiento resistido, y algunos usaron o no esteroides, todo el resto (dieta y entrenamiento) fue estandarizado de manera uniforme.

Resultados del estudio

De cierta manera, los resultados se presentaron dentro de lo que ya era esperado, siendo que el grupo 1, que no se ejercitó y no usó anabolizantes, no presentaron cambios significativos en su composición corporal. El grupo 4, que se ejercitó y utilizó anabolizantes, fueron capaces de adquirir cerca de 3,1 kilos de músculos. En realidad éste fue uno de los resultados que más sorprendieron, por el hecho de la falta de ejercicio. El grupo 3, que realizaron ejercicios físicos, pero sin esteroides, tuvieron un aumento de cerca de 1,8 kilos de músculos. El grupo 4, que hizo entrenamiento resistido y usó drogas anabólicas, fue capaz de construir cerca de 5,9 kilos de músculo.

Es muy importante que algunas salvedades sobre este estudio se hagan, ya que los individuos eran jóvenes, con alta producción de testosterona y principalmente por el hecho de que no se hizo un seguimiento de los efectos colaterales a largo plazo. Por eso, este estudio es esclarecedor en algunos puntos, pero muestra fallas a largo plazo.

Que el entrenamiento natural obviamente es mucho más largo y laborioso, no quedan dudas. Al final, usted necesitará estímulos naturales para mejorar su síntesis proteica y para la producción de testosterona.

En el otro lado, las cuestiones que involucran los efectos colaterales del uso de anabólicos, también fueron estudiadas y comprobadas. Como estas hormonas hacen que se aumente la producción de células, la aparición de enfermedades como el cáncer son bastante comunes en las personas que hacen uso de estas técnicas. Además, la disminución de la libido y los casos de ginecomastia (crecimiento de las mamas en los hombres). Todos estos resultados fueron encontrados en estudios de un grupo de la Universidad UNIFESP.

Lo que queda claro es que el uso de esteroides trae sí resultado a corto plazo, pero son perjudiciales para la salud a largo plazo. Es lógico que falten algunos estudios para medir algunos efectos, pero en la duda, opte siempre por el entrenamiento natural, pues los resultados son más largos, pero sin poner en riesgo su salud. Buenos entrenamientos!