Finalizando la serie que habla sobre los principios que guían el entrenamiento físico, sea él para fines estéticos, de salud o deportivos, voy a unir dos principios en un artículo. Lo voy a hacer, porque el último principio, el de la interpelación entre ellos, es bastante simple y ya ha sido ampliamente comentado.

El principio de la salud, según Gomes da Costa (1996):


"Ese principio está directamente ligado al propio objetivo mayor de cualquier actividad física utilitaria y que apunta a la salud del individuo. Así, no sólo la musculación en sí y otras actividades complementarias tienen una enorme importancia. Otros sectores que tienen relación con la salud, también como la medicina, la evaluación física y la nutrición asumen relevante función en el sentido de orientar y gestionar todo el trabajo, buscando la adquisición y el mantenimiento de la Salud.

Podemos concluir entonces, que se basa en el concepto presentado, que este principio está vinculado al concepto de interdisciplinaridad y que no sólo un tipo de profesional es suficiente, así como sólo practicar la musculación es suficiente. Desafortunadamente no siempre el Principio de la Salud ha sido el principio orientador, o incluso uno de los principios orientadores, que son estos aquí presentados. En prácticas de actividades físicas, es posible verificar no sólo actividades ligadas a la adquisición y el mantenimiento de la salud del practicante, sino también aquellas de alto rendimiento, que muchas veces pueden traer maleficios, tanto a causa del compromiso con el rendimiento y resultados, además de actividades que no tienen compromiso alguno con el aspecto de la salud del practicante.

Es muy común encontrar casos de personas que llegan a niveles de salud bastante críticos, por no respetar este principio. Además de no dar la debida importancia a un acompañamiento interdisciplinario, además se aventuran con fórmulas y métodos sin comprobación científica. No es difícil encontrar recetas mágicas que prometen un resultado que sabemos que es inviable, pero que muchos creen que es posible.
Al participar en la gran mayoría de estos programas, sin el debido seguimiento, muchas veces el principio de la salud se deja de lado.

La práctica de cualquier actividad física debe estar vinculada a la mejora de la salud y no sólo a componentes estéticos o de rendimiento. Las personas que utilizan indistintamente anabolizantes, que se tengan privaciones nutricionales, que se ejerciten sin acompañamiento profesional, que buscan atajos, todas ellas están burlando este principio. Y como ya he mencionado, una de las fórmulas para saber si su entrenamiento es realmente efectivo, es repensarlo y verificar si se encuadra en todos los principios del entrenamiento. Si uno de ellos no está de hecho siendo respetado, creo que es necesario la orientación de un buen profesional, para que pueda realmente ayudar a solucionar este problema.

La relación entre todos los principios es evidente y debe ser respetada. Ningún principio se superpone sobre el otro. Ninguno tiene más o menos importancia.

No sirve, por ejemplo, tener continuidad y no respetar la individualidad biológica o cualquier otro principio. Dejar algunos de ellos a un lado, hacer uno más importante que el otro es un error craso. A pesar de que algunos autores defienden que los principios de adaptación, sobrecarga, continuidad e interdependencia, volumen e intensidad son más importantes, clasificando a los demás no como principios, sino como complementos, creo que la lista que he presentado para ustedes es la más completa. Mi objetivo con esta serie fue hacerlo más fácil para usted, presentando los conceptos y aplicaciones prácticas para todos ellos. Espero que haya ayudado a ustedes en este nuevo conocimiento y que ustedes realmente puedan aplicar esto a su día a día de entrenamiento.